Nuevo ataque con misil en el mar Rojo tras el bombardeo de EE.UU. y Reino Unido contra los hutís, según ha informado la Marina británica (UKMTO, en inglés). En una alerta de este viernes por la tarde, el UKMTO ha concretado que el proyectil ha impactado en el agua sin producir víctimas ni daños. También ha añadido que el misil ha sido disparado contra un barco que se encontraba a unas 90 millas náuticas en el sureste de Adén (Yemen) y que ha caído a unos 400 o 500 metros de la embarcación. El ataque lo han seguido "tres pequeñas embarcaciones", pero el capitán del barco ha informado de que no se han producido ni víctimas ni daños materiales y que la nave se dirige al siguiente puerto de escala.

¿Quiénes son los hutís del Yemen y por qué EE.UU. y Reino Unido los han atacado?

Ha sido el primer ataque desde que Estados Unidos y Reino Unido hayan bombardeado posiciones militares de los hutís en varias provincias del Yemen, durante la madrugada. Ambos países, con Australia, Baréin, Canadá, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea del Sur, han emitido un comunicado conjunto por subrayar que la acción se ha producido en defensa del comercio internacional y de aquellos que transitan por el mar Roig —donde circula casi el 15% del comercio marítimo global—. Como respuesta, los hutís han declarado una "guerra abierta" contra los norteamericanos y los británicos. También han añadido que han lanzado toda una serie de misiles contra sus barcos de guerra a la zona, donde los dos países lideran una coalición naval para proteger las embarcaciones mercaderas.

Hay que recordar que los hutís son un grupo de milicias del Yemen que llevan el nombre de su fundador, Hussein Badreddin al-Houthi, y que surgieron a la década de 1990 —en oposición a la influencia religiosa de la Arabia Saudí en el país—. El grupo cuenta con unos 20.000 combatientes y tiene bajo control el oeste del país, así como la costa del mar Rojo. Su relación con la guerra en Gaza tiene fácil explicación: los hutís tienen el apoyo de Irán y dan apoyo a Hamás. Poco después del ataque del 7 de octubre, el líder de la milicia, Abdul Malik al-Houthi, dijo que sus combatientes estaban "listos para ser movilizados" y "unirse al pueblo palestino y enfrentarse al enemigo".

En apoyo a Hamás, los hutís empezaron a lanzar ataques con misiles y drones contra barcos comerciales al mar Roig —la mayoría de los cuales fueron interceptados por los EE.UU. e Israel—. Las tensiones fueron a más el 19 de noviembre, cuando los militantes utilizaron un helicóptero para conseguir el control de un portaaviones de una empresa japonesa y vinculado a un empresario de Israel, secuestrando a la tripulación. Los hutís advirtieron que los barcos que estaban vinculados de alguna manera en Israel o sus aliados "se convertían en un objetivo legítimo para las fuerzas armadas". Pero EE.UU. no intervino directamente hasta el 31 de diciembre, cuando disparó con helicópteros un grupo de pequeñas embarcaciones que intentaban abordar un barco. La muerte de 10 militantes marcó una nueva fase de la crisis en el mar Rojo y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, avisó de que nuevos ataques podrían provocar una respuesta militar —sobre todo después del 9 de enero, cuando barcos de guerra norteamericanos y británicos hicieron caer 21 drones—.

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