Es difícil ver coches en las montañas de Nepal. Precisamente porque el terreno accidentado limita el uso. Por eso, el viaje hasta el glaciar Fuchhme, en los picos del Himalaya tiene el suyo atractivo e inicio de ruta en Katmandú, una capital de 1,4 millones de habitantes. La ruta hasta el destino final está llena de ciudades, paredes escarpadas y bosques.

A las elevaciones más altas del valle, las paredes se levantan a hasta casi 31 metros en cada lugar. Se trata de sedimentos de colores diferentes, cada un representante uno mineral diferente y una época diferente, destaca la publicación The Diplomat. A pesar de los colores, el paisaje es desolador.

El glaciar de Fuchhme se llama así porque no tiene nombre científico. La vida tiene mucha dificultad en la zona. La población describe la zona como compleja, tanto por cultivos como para que pazcan los animales. Además, los alimentos son escasos y la infraestructura nula. La mayoría de las familias han cogido sus cosas y se han marchado. ¿El culpable? El glaciar que se deshace.

Los glaciares de Nepal, afectados por el cambio climático

A finales de los 90, un grupo de gente del pueblo se subió para saber qué había pasado con la única fuente de agua y la respuesta fue clara. El glaciar se había retirado de una de las paredes verticales, un hecho que provocaba escasez de agua. Eso provocó que la vida en el pueblo cambiara sustancialmente y la mayoría de gente, marchas. De hecho, de las 24 familias, solo quedan seis.

La mayoría de habitantes de la zona constatan que antes las nevadas eran abundantes, mientras que ahora solo se acaba acumulando unos centímetros. Las montañas, pues, casi no tienen nieve. Sudeep Thakuri, experto en glaciares de la Universidad Tribhuvan en Katmandú, que supervisó una expedición de investigación que registró un atraso tanto de la masa glacial como de las nevadas del Himalaya durante las últimas décadas. Y tal como recoge la misma publicación, el profesor constata que estos cambios podrían tener consecuencias de gran alcance con respecto a agua y alimentos. "Los pueblos escasamente poblados de esta región han sido testigos de los cambios en los patrones climáticos que han alterado la vida de las personas a través de la sequía".

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Himalaya, Nepal / Unsplash

Samzong y Dhye son dos de los pueblos menos poblados de la zona. De los pocos habitantes que quedan, todos aseguran que hace más de 500 años que están, pero poco ha cambiado. Casas de barro, techos de paja. De Samzong, solo sale humo de menos de 8 casas, como Dhye, donde la mayoría de casas están cubiertas de polvo y en silencio. Estos son solo dos de los pueblos fantasma. Pero no son los únicos. El artículo constata que es una situación que se puede ir repitiendo con la mayoría de pueblos que se alimentan del agua de los glaciares. Y es que el cambio climático altera todavía más el medio ambiente y las vidas de los que viven allí. En este sentido, tal como insiste la publicación, las duras condiciones adversas han obligado a centenares de personas a migrar a asentamientos principalmente urbanos, mientras que otros, intentan hacer estos lugares más habitables.

La economía de la región dependía de la agricultura y de los animales que pacían por las montañas. Pero ahora, con la escasez de agua, todo ha cambiado. El Upper Mustang siempre ha sido conocido por su estilo de vida milenario, que se ha adaptado a uno de los paisajes más hostiles. Aunque con los datos actuales, todo parece tener un límite. Un estudio habría demostrado que el pasturaje ha ido cayendo un 1,5% cada año. Unos cambios provocados por los cambios de patrones de temperatura y precipitación, que afectan la disponibilidad y la calidad de las tierras. Eso, claro está, ha comportado una disminución de la productividad y de la salud de los animales, y también menos ingresos y menos medios de subsistencia de las comunidades.

Nepal no tiene recursos para investigar el deshielo

La dificultad de todo es que la mayoría de glaciares del mundo se han estudiado e investigado, mientras que de Nepal se sabe poca cosa. Thakuri, sin embargo, recoge muy bien los motivos. Y es que Nepal es un país relativamente pobre y no hay fondos disponibles para la investigación de los glaciares. "Para estudiar adecuadamente los glaciares del Himalaya, necesitamos entre treinta y cuarenta veces más dinero y apoyo técnico de lo que realmente recibimos", dijo Thakuri a The Diplomat.

El informe del 2019 de ICIMOD pinta un panorama descorazonador del futuro. El informe predice que la pérdida de glaciares podría provocar una grave escasez de agua para los 250 millones de personas que viven en la región del Hindu Kush Himàlaia (HKH) y afectar a 1.600 millones de personas más río abajo que dependen de los ríos alimentados por la bolsa de hielo. Eso podría tener consecuencias importantes para los ocho países densamente poblados de la zona, incluidos la India y Bangladés, que dependen de ecosistemas glaciales intactos para su energía, aire limpio y apoyo.

 

Imagen principal: campo base, Himalaya, Nepal / Unsplash