Al menos una persona ha muerto y otra ha resultado herida este viernes en un tiroteo en los alrededores de una mezquita en Örebro, ciudad situada a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo. Según ha informado la policía sueca, todo apunta que se trata de un incidente vinculado a la violencia entre bandas. Los hechos han tenido lugar poco después de las oraciones del mediodía, cuando, según los medios locales, una de las víctimas ha recibido un tiro mientras salía del recinto religioso y ha sido trasladada al hospital, aunque todavía no se ha confirmado si se trata de la misma persona que ha perdido la vida.

La policía ha abierto una investigación preliminar por intento de asesinato y ya se busca a un sospechoso, aunque de momento no se ha producido ninguna detención. Las autoridades consideran probable que se trate de un conflicto entre organizaciones delictivas, si bien todavía no queda claro si el tirador pretendía atacar la mezquita o bien a personas concretas. El móvil del tiroteo sigue siendo desconocido mientras los investigadores trabajan sobre el terreno. Asimismo, un importante despliegue de servicios de emergencia permanece en la zona y la policía ha pedido a la población que evite acercarse para facilitar las tareas de seguridad y asistencia.

Aviso de la policía sueca (traducido al inglés) sobre el tiroteo
Aviso de la policía sueca (traducido al inglés) sobre el tiroteo

Suecia acarrea más de una década de violencia vinculada a bandas criminales, un contexto que, según los investigadores, podría estar detrás del tiroteo de Örebro. "A partir de la situación actual, se cree que el incidente está relacionado con el entorno de la red criminal", ha señalado la policía en un comunicado sin aportar más detalles. La ciudad ya había sido escenario de un episodio trágico reciente, cuando el pasado mes de febrero un ataque armado en el campus Risbergska, un centro de educación de adultos, puso fin a la vida de diez estudiantes y profesores, además del autor de los tiros, y dejó a seis personas heridas. Aquel tiroteo, considerado por el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, como el más mortífero de la historia del país, continúa bajo investigación por parte de la policía y el Servicio de Seguridad Sueco.

Al día siguiente del tiroteo, las autoridades identificaron a Rickard Andersson, de 35 años, como autor de los hechos. Antiguo alumno del campus, había abandonado su último curso en 2021. Su residencia en Örebro fue acordonada y posteriormente registrada por la policía. Según la televisión TV4, disponía de licencia de armas, no tenía antecedentes penales, vivía solo y se encontraba en paro. Los investigadores no han encontrado ninguna motivación clara que explique el asalto, descartando vínculos con bandas criminales. Las primeras horas posteriores al tiroteo estuvieron marcadas por una avalancha de especulaciones en redes sociales sobre su identidad, que derivaron en acusaciones infundadas contra terceras personas. Ante esto, la policía pidió expresamente a la ciudadanía que no difundiera información no contrastada, procedimiento que ha repetido este viernes.