María Corina Machado denuncia la presencia de agentes extranjeros y redes criminales que, afirma, operan con la complicidad del régimen de Nicolás Maduro. La líder opositora y ganadora del Premio Nobel de la Paz llega finalmente a Oslo tras una fuga arriesgada y hace un llamamiento internacional a cortar la financiación que sostiene la represión.
Desde la capital noruega, a donde ha llegado tras una operación de evasión que ella misma ha calificado de “extraordinaria”, Machado ha asegurado este jueves que “Venezuela ya ha sido invadida”. Según su denuncia, el país estaría tomado por agentes rusos, iraníes, grupos terroristas y cárteles que operan con total libertad y con el apoyo o la permisividad del régimen de Nicolás Maduro. Esta presencia, afirma, ha transformado Venezuela en un espacio donde confluyen actores transnacionales que consolidan un “sistema de represión muy poderoso”.
Machado ofreció estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, en una de sus primeras apariciones públicas desde que salió de la clandestinidad. Desde Oslo, insistió en que la comunidad internacional debe tomar conciencia de la gravedad de lo que está sucediendo en el país y que es imprescindible cortar los flujos de financiación que permiten al régimen sostener su maquinaria represiva. “Es importante que el mundo entienda por qué Venezuela importa para todos, no solo para los venezolanos”, remarcó.
Su presencia en Noruega, sin embargo, no estaba garantizada hasta los últimos días. Inicialmente, Machado no podía abandonar Venezuela y todo apuntaba a que no podría asistir a ningún acto oficial relacionado con el Premio Nobel de la Paz. De hecho, en la ceremonia del 10 de diciembre no fue ella quien subió al escenario, sino su hija, Ana Corina Sosa, que recogió el galardón en su nombre y transmitió un mensaje contundente: “Mi madre nunca incumple sus promesas”.
Cómo ha salido del país María Corina Machado
Con el paso de los días se han conocido más detalles de su salida del país. Fuentes opositoras describen una operación secreta y de alto riesgo que culminó en una fuga por mar hasta Curazao, desde donde pudo continuar el viaje hasta Europa. Machado quiso dedicar una parte de su comparecencia a agradecer a quienes la ayudaron a escapar. “Quiero aprovechar para dar las gracias a todos los hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para que yo pudiera estar aquí hoy. Un día podré explicarlo con detalle, pero ahora no quiero ponerlos en riesgo”, afirmó.
Su llegada a Oslo ha sido recibida con entusiasmo por la diáspora venezolana y por diversos actores internacionales que ven en Machado una figura central en la lucha por la democratización del país. Sin embargo, el premio también ha generado polémica y debate sobre su papel, sus alianzas y el futuro político que podría encabezar. Mientras unos la consideran el rostro más sólido de la oposición, otros recuerdan las dificultades que aún afronta en un escenario político dominado por Maduro y por estructuras de poder que, según ella, están cada vez más vinculadas a intereses extranjeros y redes delictivas.
A pesar de todo, Machado ha reafirmado que el Premio Nobel no es solo un reconocimiento personal, sino “un homenaje a todo un pueblo que lucha por la libertad”. Desde Oslo, asegura que continuará trabajando para que el premio “vuelva pronto a Venezuela, cuando el país recupere su democracia”.