Cuando se han cumplido dos años de la guerra de Ucrania con la invasión de Rusia, y más de cuatro meses que Hamás provocó la guerra de Gaza con Israel, el mundo se encuentra en bajo la amenaza de vivir un conflicto bélico a gran escala, que pone en peligro la paz en Europa y la misma supervivencia del mundo civilizado. No son exageraciones. Lo dice y reconoce la misma ministra de Defensa del Gobierno, Margarita Robles, que advierte que "la amenaza de guerra en Europa es total y absoluta. Europa tiene que ser consciente de que el peligro está muy cerca, no es una pura hipótesis, es real", afirma en una entrevista en La Vanguardia.

"Personas sin escrúpulos como Putin"

El pasado 14 de marzo, el rotativo ya aseguró que crece la amenaza de una explosión atómica en Europa, y que la guerra de Ucrania ha provocado el mayor conflicto de amenaza nuclear entre Washington y Moscú es de la crisis de los misiles de Cuba en 1962. Robles, que pronto hará seis años que está al frente del ministerio de Defensa, afirma que la amenaza, sobre todo, tiene nombre y apellido, y es el del presidente ruso, Vladímir Putin,  "que habla de la posibilidad de agresiones nucleares". "Putin es una enorme amenaza para los países limítrofes, pero también para la comunidad internacional. Hoy día, un misil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia hasta España. Me gustaría hacer una llamada de atención a la sociedad española, porque a veces tengo la percepción que no somos conscientes del enorme peligro que hay en estos momentos".

La ministra considera que en el sur de Europa no se es tanto consciente del peligro tan real que existe "pero los países fronterizos con Rusia lo perciben muy bien. La civilización puede ser atacada por personas sin escrúpulos como Putin". En abril del 2022, en los inicios de la invasión rusa en Ucrania, el Centro de Investigaciones Sociológicas publicó una encuesta en la cual se certificaba que más de la mitad de los españoles en concreto un 55%) creían que el conflicto entre Moscú y Kíiv podría desencadenar en la tercera guerra mundial.

Putin, dispuesto a utilizar "cualquier arma"

Vladímir Putin se siente fuerte y advierte del peligro de una hipotética guerra nuclear, porque asegura que el arsenal atómico supera al de los Estados Unidos, según afirmó en una entrevista a medios rusos el pasado 14 de marzo, en la que dejó muy claro que Rusia está preparada para un enfrentamiento bélico nuclear.  La potencia de las bombas actuales multiplica por 20 la fuerza de la bomba que el 5 de agosto de 1945 cayó sobre Hiroshima -y tres días después sobre Nagasaki- que ahora ha vuelto a la actualidad con el éxito de la escarizada Oppenheimer, que narra la historia del considerado padre de la bomba atómica. "Estamos dispuestos a utilizar las armas, incluso cualquier arma (...) si se trata de la existencia del Estado ruso, de dañar nuestra soberanía", aseguró al presidente.

Rusia, el país con más ojivas nucleares

Cada vez son más las voces que provienen de la Unión Europea y de algunos de sus líderes, en las que hacen un llamamiento a rearmarse. Europa depende, en este sentido, del arsenal atómico de los Estados Unidos, que a través de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantiene desde hace años armamento nuclear en territorio europeo, ya que solo Francia y el Reino Unido son miembros del selecto club que posee arsenal nuclear, y que está formado por 9 países. Según las cifras el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) del 2022, la clasificación por número de ojivas o cabezas nucleares lo encabeza Rusia (5.889), seguimiento de los Estados Unidos (5.244), China (410), Francia (290), Reino Unido (225), Pakistán (170), la India (164), Israel (90) y Corea del Norte (30). Todo este poder destructivo es equivalente a más de 135.000 bombas como las de Hiroshima.

Líneas rojas

En una entrevista en el diario Taggespiegel, Boris Pistorius, ministro de defensa alemán, también alertó de la "situación de amenaza militar" con que estaba bregando Europa, "no existía desde hace 30 años". Pistorius indicó que sus expertos todavía no auguraban un ataque ruso, pero aseguró que "en un periodo de cinco a ocho años sería posible". A finales de enero, el presidente del Comité Militar de la OTAN, aseguraba en una rueda de prensa que "no podemos dar la paz por hecha". El militar holandés lanzó un mensaje de aviso, muy claro y contundente: los países de la Alianza tienen que estar en alerta roja ante la guerra y "esperar lo que es inesperado". "Para que sea plenamente eficaz, también en el futuro, necesitamos una transformación bélica de la OTAN", dijo a la reunión, celebrada en Bruselas, donde expuso la necesidad de que los aliados se tienen que centrarse en la eficacia" y aumentar la preparación de defensa con más ejercicios, asociaciones industriales y tropas en alerta máxima.

La encrucijada europea

Sin duda, la guerra de Ucrania ha puesto en Europa en la encrucijada de tener que prepararse por cualquier escenario. Muchos analistas hablan de un rearme bélico de los estados europeos ante la amenaza rusa y de cómo se ha enquistado el conflicto en Ucrania. Ahora bien, la ministra Robles deja claro que el ejército español no ha destinado tropas a territorio ucraniano y que tampoco lo hará en un futuro. Robles, sin embargo, cree que es crucial el triunfo de Ucrania en la guerra después de dos años de conflicto, pero admite que el ejército de Zelenski muestra preocupantes síntomas de fatiga. Asegura que "es un momento crucial para Europa".

Otros líderes, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también creen que "es una guerra existencial para Europa y para Francia", e incluso planteó la posibilidad de enviar tropas terrestres. "No hay consenso sobre el envío de tropas terrestres, pero no se puede descartar nada", subrayó Macron, que considera que Europa "claramente se enfrenta a un momento en que no habrá que ser cobardes". La OTAN, sin embargo, no da apoyo a esta posibilidad que haría tensar la cuerda con Putin en la otra lado dispuesto a romperla con un todo o nada. Otros líderes europeos hablan de "no cruzar líneas rojas", pero quien parece dispuesto a poder cruzarlas algún día, según Robles, es Vladímir Putin.