Alemania ha dado una nueva lección de honorabilidad. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha pedido esta semana perdón a Israel y Polonia por|para los crímenes cometidos por su país contra los judíos polacos, incluida la destrucción del gueto de Varsovia. "Me presento hoy delante vuestro y os pido perdón por los crímenes cometidos aquí por alemanes", ha afirmado Steinmeier sobre el régimen nazi. Ha estado el primer jefe de Estado alemán a participar en la ceremonia anual de la revuelta judía del gueto, que se remonta en 1948 y ahora ha cumplido 80 años. Arran de la revuelta, el gueto fue arrasado por el ejército nazi y los judíos fueron deportados en campos de concentración. "Es difícil venir aquí como alemán y como presidente de Alemania. Los terribles crímenes que los alemanes cometieron aquí me llenan de una profunda vergüenza", ha añadido.

80 años subleva gueto Varsòvia EFE
Conmemoración de los 80 años de la revuelta judía del gueto de Varsovia EFE

Steinmeier ha sido acompañado en el acto del 80 aniversario|cumpleaños de la revuelta, por sus homólogos polaco e israelí, Andrzej Duda e Isaac Herzog, respectivamente. Los tres líderes han hecho un gesto de unidad al lado del contundente monumento de Nathan Rapoport a los judíos que lucharon contra los nazis desde el 19 de abril hasta el 16 de mayo de 1943, en un intento de impedir la liquidación programada por los nazis. "Aquí, en esta plaza, al lado del monumento conmemorativo de la Revuelta del Gueto de Varsovia, me presento delante vuestro con dolor y humildad. Afirmo nuestra responsabilidad por|para los crímenes del pasado y nuestra responsabilidad por|para nuestro futuro común", ha añadido Steinmeier asumiendo todo el pasado alemán.

El presidente alemán ha recordado que viene de la misma ciudad que el oficial de las SS Jürgen Stroop, que destruyó el gueto de Varsovia y voló la Gran Sinagoga. Después de la Segunda Guerra Mundial fue juzgado en Polonia y lo colgaron por|para crímenes de guerra. "Los crímenes que los alemanes cometieron aquí, en la Polonia ocupada, aquí, en el gueto de Varsovia, merecen un espacio mayor en nuestra memoria. Por esta razón es tan importante para mí estar hoy aquí", ha añadido.

Una de las primeras acciones del régimen liderado por Adolf Hitler en los territorios anexionados, que pasaban a formar parte de la "Gran Alemania", era iniciar la "limpieza" de los judíos, considerados una raza inferior, un menosprecio que se agravaba en el caso de los judíos polacos. Así, después de la invasión alemana de Polonia, entre septiembre y en octubre de 1939, enseguida empezaron los planes|planos por "reubicar" a los 3 millones de judíos del país y por eso se construyeron decenas de guetos por todo el país. El gueto de Varsovia, en la capital del país, fue el mayor de todos y se creó un año después de la invasión, en noviembre de 1940. Se construyó un muro de tres metros de altura para aislarlo del resto de la ciudad, y era concebido como un espacio transitorio, antes de hacer efectivas las deportaciones en los campos de exterminación, principalmente en el de Treblinka. La población inicialmente era de 380.000 personas, que representaban al 30% de habitantes de la ciudad, pero que tenían que vivir en un espacio de 3,3 km², que representaba un 2,4% del espacio de la localidad. Esta población aumentó y llegó cerca del medio millón de personas en mayo de 1941. Inevitablemente, bajo estas condiciones, el hambre y la insalubridad provocaron la muerte de centenares de miles de judíos mucho antes del inicio de las deportaciones.

En el gueto estaba organizada la resistencia clandestina judía bajo dos organizaciones, la Organización Judía de Lucha (ŻOB), dirigida por Mordechai Anielewicz, y la Unión Judía de Lucha (ŻZW), encabezada por Pawel Frenkiel, que sumaban poco menos de un millar de activistas. La primera era de tendencia socialista y la segunda con vínculos con el gobierno polaco en el exilio y el grupo armado judío Irgun en Oriente Próximo.