Kevin Spacey, el actor ganador de dos Oscar y especialmente recordado por su papel a la serie House of Cards, ha sido finalmente declarado no culpable de abuso sexual sobre el también actor Anthony Rapp, el primer hombre que denunció por abusos a uno de los hombres más poderosos de la industria en aquel momento, en el 2017, y cuando recibía elogios por su interpretación de Frank Underwood, presidente de los Estados Unidos en la ficción. La declaración de Rapp en medio del movimiento Me Too protagonizado por mujeres de Hollywood que habían sido víctimas del poderoso productor Harvey Westein, provocó una cascada de acusaciones contra Spacey, en que actores lo acusaban de haberlos asediado cuando era director de un teatro en Londres, y trabajadores de House of Cards se pronunciaron en la misma línea. Todos ellos eran hombres, algunos de los cuales eran menores en el momento del acoso que denunciaban. En aquel momento, Netflix decidió cancelar todos los compromisos con Spacey, incluida House of Cards, una de las series más exitosas de la plataforma, y él entró a una clínica por superar su adicción al sexo.

Ahora, después de una declaración corta, de hora y media, ante los once miembros del jurado, se ha dado por válida la versión de Spacey, que se ha considerado que no es responsable de las acusaciones de Rapp. Concretamente, este lo acusaba de haberle provocado lesiones cuando solo tenía 14, cuando intentó tener sexo con él. Estos hechos sucedieron hace más de treinta años, y ahora que tiene 50, Rapp pedía una compensación de 40 millones de dólares por unos hechos que habrían pasado en el apartamento de la exestrella de Hollywood en 1986. A pesar de esta primera victoria, en Spacey le espera otro proceso en el 2023 por más delitos sexuales cometidos en este caso en Londres contra los actores de la compañía de teatro que dirigía.

Condenado a pagar 30 millones de euros

Según ha determinado el jurado, Spacey no tocó en ningún momento de aquella noche de los años 80 las partes íntimas de Rapp, que estaba en casa del actor porque estaba invitado a una fiesta. En su declaración, este hombre explicó que había bebido y que Spacey lo había llevado a la cama y se puso encima, atrapándolo y sin saber que hacer. Con todo, el jurado ha considerado que el relato no es cierto y Spacey se ha emocionado al escuchar el veredicto final sobre este caso. Desde su equipo jurídico, se han mostrado muy satisfechos por el resultado y agradecidos con que "el jurado haya visto la verdad". Durante el juicio, los abogados del actor han intentado desmontar la versión de Rapp, subrayando sus contradicciones, como la fecha del ataque y que un amigo suyo era presente en la habitación cuando todo sucedió. En cambio, la defensa de Rapp han asegurado que respetan la decisión del jurado, pero que esta no cambiará la verdad.

Estas acusaciones, y las que la sucedieron, supusieron el despido de Spacey de Netflix, que desde entonces no ha vuelto a tener ningún papel en una producción y se ha dedicado a superar su adicción al sexo. En todo momento ha negado las acusaciones y en el 2017 ya escribió a Twitter que no recordaba este encuentro, pero pedía disculpas si realmente había pasado. Ahora, la gran incógnita es que pasará durante el juicio de mayo del próximo año, donde se tendrá que defender de las acusaciones de varios actores que también aseguran haber sido asediados por él, y de momento, ya se ha vuelto a declarar no culpable. Hace falta tener en cuenta, sin embargo, que su comportamiento durante el rodaje de House of Cards provocó su condena a pagar 30 millones de dólares a los productores de la ficción.