Irán da un paso adelante para endurecer la persecución contra el mal uso del hiyab, el velo islámico. Desde hoy se utilizarán cámaras de videovigilancia para identificar a las mujeres que no lleven el velo o que lo lleven mal puesto, en un intento de imponer esta política represiva. Desde la muerte de Mahsa Amini en septiembre del año pasado, muchas iraníes han protestado contra el uso obligatorio del hiyab como forma de desobediencia civil. La República Islámica ha centrado sus esfuerzos a sofocar las protestas por la muerte de Amini, pero una vez que la situación ha vuelto a una cierta normalidad y las protestas han perdido bastante, las autoridades han reanudado la campaña para reimponer el velo, que es obligatorio en el Irán desde 1983.
La Policía iraní ha anunciado el uso de herramientas digitales para identificar a las mujeres que van sin velo en espacios públicos. Las mujeres identificadas recibirán un mensaje de texto en el cual se las informará de la infracción. Si reinciden, se presentarán cargos y tendrán que presentarse ante un tribunal. Las multas y la posible prisión son las sanciones previstas para aquellas mujeres que no se llenen con un velo, pero también se está considerando la privación de servicios bancarios y la confiscación de vehículos para las infractoras. Las autoridades iraníes han advertido a tiendas y restaurantes que no atiendan mujeres que no lleven velo y han cerrado varios negocios para no cumplir con esta medida. A pesar de estos anuncios, muchas mujeres han salido a la calle sin el hiyab en señal de protesta. Una vecina de Teherán declaró a EFE que seguirá sin ponerse velo, a pesar de las amenazas y las posibles sanciones.
La Justicia iraní ha anunciado que no solo perseguirá a las mujeres sin velo, sino también a aquellas personas que fomenten que las mujeres se saquen el hiyab. El fiscal general adjunto del país, Ali Jamadi, ha afirmado que incitar o motivar mujeres en qué dejen de taparse la cabeza es un "claro ejemplo de promoción de la corrupción" y se castigará duramente, aunque no ha indicado las penas. Los Ministerios de Educación y Salud han anunciado que no permitirán la entrada en las universidades ni institutos a las estudiantes que no usen velo y al metro de la capital, las autoridades han empezado a dar avisos verbales a las mujeres para que se cubran si quieren acceder al servicio público de transporte. Estas medidas se suman a otros anteriores para reimponer el velo, símbolo de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní.
La campaña para reimponer el hiyab en Irán ha generado una gran controversia en todo el mundo. La obligatoriedad del velo ha sido objeto de debate durante años, y muchas mujeres han protestado contra su uso forzado, convirtiendo el hecho de no llevarlo en un símbolo de protesta que ha cogido especial bastante durante eñs últimos meses, desde la muerta de Masha Amini. Aunque el gobierno iraní ha justificado su utilización como una manera de preservar la moralidad y la cultura islámica, una buena parte de la población argumenta que es una violación de los derechos humanos y una forma de opresión contra las mujeres.