El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido reforzar el uso del mandarín en la Mongolia Interior, bajo administración china. El vasto territorio situado en el norte de China ya fue sacudido el año pasado por protestas contra una nueva política lingüística de carácter imperialista, vista por la población como una amenaza para la cultura local.

Según ha explicado la radiotelevisión belga francófona (RTBF), la región cuenta con unos 25 millones de habitantes y una quinta parte de ellos son chinos de etnia mongola. La mayoría de los habitantes se sienten orgullosos de su proximidad cultural y lingüística con Mongolia, el estado independiente situado más en el norte.

Sin embargo, desde el principio de este curso escolar, las escuelas están obligadas a enseñar chino a los alumnos. Como consecuencia, se dejó de lado el mongol, hecho que provocó la indignación general entre muchos padres, que se negaron a enviar a sus hijos a la escuela como protesta, y acabó con la convocatoria de grandes e inusuales manifestaciones que sacudieron el territorio.

Reforzar el uso de la "lengua nacional común"

El presidente chino Xi Jinping ha pedido reforzar el uso de la "lengua nacional común" mandarina en la Mongolia Interior así como promover "herramientas educativas nacionales" en las escuelas de la región, según ha destacado la agencia oficial de noticias china.

Para Xi, se trata de corregir el que él considera "falsas ideas" sobre cultura y nacionalidad, según argumentó ante los representantes de la Mongolia Interior, al margen de la sesión plenaria del Congreso Nacional Popular (ANP).

En la misma línea, también se han establecido políticas similares en otras regiones pobladas por grandes grupos étnicos: sobre todo en el Tíbet (tibetanos) y en Xinjiang (uigures).

Miedo a una asimilación gradual

La Mongolia interior, una vasta región de prados, desiertos y bosques, tiene más mongoles que la vecina Mongolia, y muchos de sus habitantes temen una asimilación gradual. Las autoridades argumentan que un mejor dominio del chino estándar proporciona a las minorías étnicas más oportunidades de desarrollo, empleo y movilidad profesional en China.

China, a la deriva hacia la autocracia

El medio RTBF ya había hablado de Xi Jinping como el posible nuevo Mao Zedong. El año 2018 el Partido Comunista Chino creó una enmienda constitucional que para levantar el límite constitucional de dos mandatos para el presidente de la República Popular.

De esta manera, Xi, que está en el poder desde el año 2013, se vería a sí mismo como presidente de forma indefinida, ya que, con este cambio, sería técnicamente posible.

Según las declaraciones de dos especialistas del Imperio Medio recogidas por el RTBF, este hecho demuestra una peligrosa deriva hacia la autocracia y revela la estrategia del posicionamiento chino a la escena mundial.

 

Imagen principal, Xi Jinping / EFE