Giovanni Brusca, uno de los sicarios más temidos de la Cosa Nostra, la mafia siciliana, y autor confeso de más de 150 homicidios, ha completado su condena y ha obtenido la libertad llena. Conocido como el hombre que activó el explosivo que puso fin a la vida del juez antimafia Giovanni Falcone, su esposa y tres miembros del escolta en 1992, Brusca había sido condenado inicialmente a cadena perpetua. Sin embargo, consiguió una reducción de pena después de colaborar con la justicia, acogiéndose a una ley promovida por el mismo Falcone para incentivar las confesiones dentro de la Cosa Nostra. Después de un cuarto de siglo en la prisión y cuatro años de libertad condicional, el asesino ya no tiene ninguna limitación. Ahora, con 68 años, vivirá lejos de Sicilia con una identidad protegida, amparado por el programa de protección de testigos a causa de su colaboración con la Justicia.

Conocido por los sobrenombres de Scannacristiani ("Matacristianos") y U' Verru ("el cerdo", en dialecto siciliano), Giovanni Brusca salió de la prisión de Rebibbia, en Roma, el 31 de mayo del 2021 bajo el programa de protección oficial. Ahora, una vez completados los cuatro años de libertad condicional impuestos por los magistrados de vigilancia, ha agotado todas las obligaciones pendientes con la justicia. Antiguo jefe de la familia mafiosa de San Giuseppe Jato, Brusca no solo está relacionado con el asesinato de Falcone, sino que confesó haber cometido hasta 150 homicidios. Su colaboración con las autoridades fue clave en múltiples procesos, entre ellos los que pretendían aclarar las conexiones entre el Estado italiano y la Cosa Nostra.

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Detenido el 20 de mayo de 1996, Giovanni Brusca no tardó en confesar su papel clave en el atentado de Capaci, una de las acciones más infames de la Cosa Nostra. El 23 de mayo de 1982, fue él quien apretó el detonador de los 500 kilos de explosivos colocados bajo la autopista que conecta el aeropuerto de Palermo con la capital siciliana, provocando la muerte del juez antimafia Giovanni Falcone, a su esposa Francesca Morvillo —también magistrada— y tres agentes del escolta. Así lo declaró ante los jueces, asumiendo la autoría directa de un crimen que conmocionó a Italia y que todavía hoy simboliza la crueldad extrema de la mafia.

La noticia de la libertad Giovanni Brusca generó una reacción amarga por parte de Maria Falcone, hermana del magistrado asesinado y figura destacada de la lucha antimafia en Italia. "Es una noticia que me duele, pero así es la ley, una ley que mi hermano quería y que, por lo tanto, tiene que ser respetada," declaró cuándo se hizo pública su salida de la prisión bajo libertad condicional el año 2021. Entre los crímenes más atroces qué Brusca confesó destaca también el asesinato del joven Giuseppe Di Matteo, hijo de 13 años del colaborador de la justicia Santino Di Matteo. El niño fue secuestrado durante más de dos años, asfixiado el 11 de enero de 1996 y, posteriormente, su cuerpo disuelto en ácido.