La embajada estadounidense en Rusia ha pedido a sus ciudadanos que residen en el país que lo abandonen de "inmediato". Las autoridades de los Estados Unidos (EE.UU.) han anunciado este giro de política exterior a través de un comunicado a la web de la suya de legación diplomática en Rusia. "Los ciudadanos de los Estados Unidos no tienen que viajar a Rusia y aquellos que residen o viajan (ahora) a Rusia tienen que salir del país inmediatamente mientras haya opciones limitadas de viajes comerciales".

Sin embargo, ¿por qué esta demanda repentina de la embajada? En lo mismo comunidad, se alerta que, a raíz de la movilización parcial anuncia por Vladímir Putin, se sufre porque "Rusia se podría negar a reconocer la ciudadanía norteamericana de personas con doble nacionalidad, impedirles el acceso a la asistencia consular de los EE.UU., prohibir su salida de Rusia y llamar a filas en los que tienen los dos pasaportes".

Por si este no fuera bastante riesgo, el comunicado recuerda la dificultad para abandonar el país. Por eso, los norteamericanos que decidan abandonar Rusia lo tienen que hacer "cuanto antes mejor". La misión diplomática advierte que tiene "grandes limitaciones" para asistir a sus ciudadanos, además que las posibilidades de salir del país se pueden reducir todavía más" en cualquier momento.

El éxodo ruso

El anuncio de la movilización parcial de la población rusa para tratar de revertir las derrotas que acumulaba el ejército regular ruso ha desencadenado una estampida de ciudadanos rusos que quieren esquivar la medida. Solo unas pocas horas después del anuncio, el precio de los billetes para abandonar el país se había multiplicado, haciendo que salir de Rusia en avión fuera un lujo al alcance de muy pocos. Por eso, miles de personas optaron por otra alternativa: el coche. Todo desencadenó en la imagen de colas kilométricas de coches que tratan de atravesar las fronteras.

Aunque todo empezó hace una semana, la desesperación para abandonar el país ante el peligro de muchos hombres de ser enviados al frente ha hecho que esta urgencia no haya disminuido. De manera que salir del país sigue siendo extremadamente difícil. Además de los aviones comerciales y los coches, los rusos están buscando otras vías, como por ejemplo, la compra de asientos en vuelos privados. Solo en los últimos días la demanda por estos tipos de transporte se ha disparado, un hecho especialmente chillón teniendo en cuenta que se están pagando unos precios de entre 22.410 euros a los 28.000 por asiento.

Son precios prohibitivos que quedan muy lejos de la capacidad adquisitiva de las personas que están siendo los principales blancos de las fuerzas de reclutamiento: reservistas en las zonas más pobres, alejadas del frente y con un mayor número de población de minorías étnicas.