El Parlamento Europeo ha aprobado que Hungría ya no se puede considerar una democracia plena, sino que es un "régimen híbrido de autocracia electoral" con un "riesgo claro" de que se violen los valores básicos de la Unión Europea. El texto se ha aprobado con el apoyo de todos los grupos, con la única excepción de los partidos de extrema derecha como Vox, Fratelli d'Italia y la Lega. Hungría ha sido de esta manera el primer país amonestado formalmente, iniciando una lista negra a la que el independentismo también querría incorporar España.

La Eurocámara ha constatado textualmente en su posicionamiento, que los hechos y las tendencias en Hungría "representan una amenaza sistémica a los valores del artículo 2 del Tratado de la UE y comportan un riesgo claro de violación grave de los valores que se prevén". El texto arranca con una enumeración de las áreas que preocupan a los eurodiputados: desde el funcionamiento del sistema constitucional y electoral, a la independencia del poder judicial y la corrupción hasta el pluralismo de los medios de comunicación o las libertades de cátedra, religión y asociación. También advierten sobre los derechos de los judios, las personas LGBTIQ, la población romaní, los migrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados.

 

Malestar con la Comisión Europea

 

A juicio de la Eurocámara, la "falta de una acción decisiva de la Unión" –que tiene congelado desde hace años el procedimiento que puede acabar con la pérdida del derecho húngaro a votar en el Consejo Europeo– "ha contribuido a la ruptura de la democracia, del Estado de Derecho y de los derechos fundamentales en Hungría, y ha convertido el país en un régimen híbrido de autocracia electoral". Los eurodiputados siguen pidiendo además a Bruselas que utilice las herramientas de que dispone para hacer frente a estos riesgos, como los expedientes por infracción de legislación comunitaria o las denuncias ante la Justicia europea, y lamenta el retraso en poner en marcha el nuevo mecanismo que permite congelar fondos si no se cumplen los principios del Estado de derecho.

La Comisión Europea está precisamente ultimando una propuesta para congelar el desembolso de fondos europeos a Hungría bajo este mecanismo y pretende dar luz verde a una recomendación este mismo domingo, según han confirmado fuentes comunitarias. Bruselas propondrá suspender el pago de fondos a Budapest en una reunión del colegio de comisarios donde se activará el siguiente paso del procedimiento, con la publicación de un análisis de la situación en Hungría y las recomendaciones pertinentes a los Estados miembros, que tendrán un mes para aprobar definitivamente la suspensión de fondos. Hungría es uno de los beneficiarios mayores de la Política europea de Cohesión, con más de 22.500 millones de euros asignados hasta el 2027.

Los diputados recuerdan también su habitual advertencia a la Comisión Europea de que no se tiene que aprobar el plan húngaro para acceder a los fondos de recuperación postpandemia "mientras Hungría no haya cumplido totalmente todas las recomendaciones específicas en el ámbito del Estado de Derecho y aplicado todas las sentencias pertinentes del Tribunal de Justicia". A Budapest le corresponden casi 6.000 millones de euros del plan de recuperación postpandemia y sigue siendo el único país cuyo plan no ha sido validado por Bruselas.

En la fotografía principal, el primer ministro húngaro, Viktor Orban | Foto: EFE