La basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, el lugar del Gólgota donde según la tradición Jesús fue crucificado, fue enterrado y resucitó, quedará cerrada esta Semana Santa a causa del coronavirus. No es nada usual que el Santo Sepulcro se cierre, ni en caso de guerra, y se da el caso de que la última vez que se produjo una situación similar se tiene que ir a buscar en la Edad Media, concretamente en 1349, por la peste negra.

Así como el muro de las lamentaciones es el lugar más importante del judaismo, para los cristianos es la basílica del Santo Sepulcro. En la época bíblica era una cantera en las afueras de la ciudad, y actualmente está dentro del barrio cristiano.

La basílica mantiene tradiciones muy antiguas, como la complicada forma de cerrar la puerta, con una llave que queda depositada en una familia árabe desde hace generaciones, se dice que desde Saladino.

Desde la época de los croatas tiene una compleja propiedad de varias confesiones cristianas, con presencia notable de los ortodoxos y los franciscanos. Siempre se tienen que quedar dentro de la basílica representantes de las diversas confesiones, también estos días.