Desde que Rusia y Ucrania se reunieron por última vez para hablar de paz, Moscú ha intensificado sus ataques: ha lanzado cuatro de los cinco mayores ataques con drones contra Ucrania, ha matado a más de 340 civiles y ha continuado con su narrativa sobre una guerra que, según ellos, ha sido provocada por Occidente desde hace más de una década. Ahora, Rusia vuelve a querer negociar. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha anunciado una nueva ronda de conversaciones de paz en Turquía. Ucrania ha confirmado que enviará una delegación, y Rusia también ha enviado una, a pesar del tenso ambiente, agravado por los recientes ataques de Ucrania a bases aéreas rusas, los más importantes hasta la fecha.
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A la espera de la propuesta de Putin
Kyiv asegura que en la reunión anterior en Estambul, ambas partes se comprometieron a intercambiar propuestas para un alto el fuego. Ucrania ya ha presentado la suya, pero Rusia todavía no. Zelenski considera este retraso como una muestra más de que Moscú no tiene voluntad real de acabar con la guerra. El presidente ucraniano insiste en que cualquier encuentro tiene que tener una agenda clara y estar bien preparado, y así lo expresó después de reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan.
A pesar del acuerdo para encontrarse este lunes, se prevé que la reunión no aporte resultados concretos. Rusia mantiene demandas máximas, como la "eliminación de las causas raíces" del conflicto, que incluyen cuestiones como la soberanía de Ucrania y la expansión de la OTAN. Aceptar estas demandas sería una rendición por parte de Kyiv, que las rechaza categóricamente.
Algunos analistas consideran que estas conversaciones tienen más que ver con la presión ejercida por Donald Trump. El expresidente norteamericano ha amenazado con retirar el apoyo a Ucrania si no participa activamente en su plan de paz, y también ha advertido a Rusia con sanciones si rechaza un alto el fuego de treinta días. Sin embargo, Trump ha mostrado ambigüedad con respecto a nuevas sanciones y no ha confirmado si apoyará una nueva ley que aumentaría la presión económica sobre Rusia.
Rusia intensifica sus ataques a Ucrania
Mientras tanto, Rusia ha intensificado sus ataques aéreos y terrestres, a la vez que ha anunciado una gran ampliación de sus fuerzas armadas. Ucrania, por su parte, ha respondido con ataques simultáneos con drones a varias bases aéreas rusas, destruyendo varios aviones de combate. Además, dos puentes ferroviarios se han derrumbado en el suroeste de Rusia, causando muertos y heridos, aunque todavía no se ha confirmado si estos incidentes están relacionados con el conflicto.
Las expectativas eran altas en el encuentro anterior, especialmente porque se rumoreaba que Putin podría asistir personalmente. Pero al enviar una delegación de menor rango, quedó claro que no habría avances significativos. El único resultado concreto fue el mayor intercambio de prisioneros hasta ahora.
En este nuevo encuentro, a pesar del escepticismo y la falta de confianza mutua, ambas partes parecen mantener las apariencias para no perder el apoyo internacional, especialmente el de Estados Unidos.