Un nuevo ciberataque mundial afecta a varios países a escala mundial, entre los cuales se encuentra Noruega. En Catalunya, se ha confirmado que ha afectado a dos empresas, la de contenedores portuarios Maersk y la de estructuras para la construcción, Sant Gobain.
Podría tratarse de un nuevo caso de ransomware, un ataque masivo a empresas e instituciones de todo el mundo como el que ocurrió el pasado 12 de mayo, más conocido como Wannacry.
El ataque está afectando a empresas e instituciones en todo el mundo y también en España, donde se han visto afectadas las empresas BNP Paribas, DLA Piper y Mondelez. Hasta el momento, no hay más casos confirmados.
El ataque cibernético se ha detectado al mediodía, cuando varias compañías se han percatado que sus ordenadores estaban sufriendo este ataque. Desde Google, han asegurado que el ataque se ha empezado a notar a las 10 horas (hora catalana).
Empresas afectadas
El ataque se ha detectado en primer lugar en Ucrania, concretamente en la política estatal de energía y el Banco Nacional, además del sistema informático de los aeropuertos del país. Posteriormente, otras empresas han confirmado ser víctimas del ataque, como BNP Paribas, Mondelez, DLA Piper, Nivea y la televisión RTV de los Países Bajos. En Rusia, una de las empresas afectadas ha sido la petrolera Rosneft.
La compañía portuaria Maersk, que tiene actividad en el puerto de Barcelona, ha asegurado que ha parado toda su actividad por seguridad. De hecho, su matriz, APM, que gestiona los puertos de València, Castelló, Algeciras y Gijón, también ha notado los efectos en los otros puertos. Unas 750 personas han interrumpido su jornada laboral.
We confirm some Maersk IT systems are down. The safety of our customers' business and our people is our top priority. Updates to follow.
— Maersk Line (@MaerskLine) 27 de juny de 2017
300 dólares de rescate
El ataque cibernético recuerda al sufrido el pasado 12 de mayo, cuando se produjo un episodio gravísimo con 200.000 personas afectadas en todo el mundo. El modus operandi de los hackers se basaba en bloquear los ordenadores de forma remota para luego encriptar todo el contenido. A cambio de devolvérselo a su propietario, se pedían 300 dólares por ordenador infectado.