Siguen las detenciones en el Brasil por el asalto al Congreso a Brasilia el 8 de enero. De momento, 1.500 seguidores de Jair Bolsonaro que participaron de este golpe han sido detenidos, entre los cuales destaca uno de los exministros del gobierno del político ultra, Anderson Torres. Este, como el mismo Bolsonaro, se encuentra a Florida, pero ha asegurado que responderá a la orden del juez del Tribunal Supremo del Brasil, Alexandre de Moraes, que ha ordenado su detención: "Hoy he recibido la noticia de que Alexandre de Moraes, del STF (Tribunal Federal Supremo, por sus siglas en portugués), ha ordenado que me detengan y ha autorizado que cacheen mi residencia. He tomado la decisión de interrumpir mis vacaciones y volver a Brasil. Me presentaré ante la justicia y me encargaré de mi defensa. Siempre he basado mis acciones en la ética y la legalidad. Creo en la justicia brasileña y en la fuerza de las instituciones. Estoy seguro de que la verdad prevalecerá", ha publicado Torres en dos tuits que se han hecho virales.

Hasta el 31 de diciembre, el último día antes de la toma de posesión de Lula da Silva como presidente de Brasil, Torres había sido ministro de Justicia, y ahora, junto con el comandante que estaba a cargo del operativo de la Policía Militar cuando se produjo el asalto, es uno de los detenidos con más peso político. Además, en el momento del asalto, Torres era el secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia. Tal como ha resumido el portavoz del gobierno de Lula en el Senado, "se ha ordenado la prisión del exsecretario de Seguridad Pública de Brasilia, Anderson Torres. Una acción más de la justicia para demostrar que las instituciones funcionan y no toleran la barbarie".

Conocido por ser uno de los hombres de confianza de Bolsonaro en el gobierno brasileño, su discurso es muy similar al del expresidente, que, después de condenar a su manera el ataque al Congreso por parte de sus propios seguidores, ha asegurado que volverá a Brasil desde Florida. "Vine para quedarme hasta finales de enero, pero mi intención es volver antes. Quería pasar tiempo con mi familia, pero no han sido días tranquilos. Primero, este episodio lamentable (el asalto al Congreso), y después, esta hospitalización", dijo Bolsonaro en declaraciones a la CNN de Brasil. El expresidente ya había huido a Florida cuando todavía era presidente en funciones, para evitar asistir a la toma de posesión de Lula. Ante las acusaciones de que esta hospitalización era falsa y una cortina de humo, el mismo Bolsonaro ha compartido imágenes en las que aparece hospitalizado, y ha recordado que no es la primera vez que tiene que ingresar en un centro hospitalario a causa de las secuelas de un apuñalamiento que recibió en 2018 en un acto de campaña de las elecciones que acabó ganando.

Estos últimos días, Lula se ha vuelto a pronunciar sobre este asalto al Congreso protagonizado por los seguidores de su rival político, Jair Bolsonaro. Y ha insistido en señalar a la policía del país para permitir que los ultras burlaran la seguridad del edificio y consiguieran entrar dentro, causando numerosos desperfectos que ellos mismos grabaron. "La policía de Brasilia olvidó la amenaza de ataque, la inteligencia de Brasilia la olvidó", denunció el lunes en una reunión con los gobernadores en que dejó claro que, según se puede ver en las imágenes donde aparecen policías hablando con los manifestantes, "hubo una convivencia explícita de la policía con los manifestantes".