La guerra en Ucrania está lejos de acabarse. Rusia ha acusado Ucrania de utilizar bombas sucias, todo y que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski ya lo ha denegado rápidamente. La posibilidad de una guerra nuclear hace días que planea y sobrevuela sobre territorio ucraniano. El miedo a que el presidente ruso, Vladímir Putin, pulse el botón es cada vez más importante y más latente. Y esta semana, el conflicto podría tomar una nueva dimensión con la introducción del concepto de bomba sucia. No es nuevo, claro está, pero vuelve a sonar como posibles condicionales de guerra.

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¿Qué es una bomba sucia?

La bomba sucia es un concepto amplio que incluye muchas cosas. Recibe esta denominación cualquier combinación de un explosivo como la dinamita, con elementos radiactivos en forma de polvo o perdigones con una carga radiactiva. También es conocida bajo el nombre de dispositivo de dispersión radiológica (RDD, por sus siglas en inglés).

Este tipo de bombas no generan una explosión atómica como sí que podría hacerlo una bomba nuclear, a pesar de eso, son igual de peligrosas. A consecuencia de la explosión, los materiales radiactivos se dispersan. Los expertos destacan que solo las personas próximas al lugar de la explosión estarían expuestas a cantidades lo bastante fuertes para sufrir los efectos. En este sentido, pueden provocar daños si respiran polvo, consumen alimentos o agua contaminada.

Quién más, quién menos, las bombas sucias han entrado ahora en juego para añadir más tensión al conflicto en Ucrania. Occidente piensa que alertar sobre este hecho podría ser una manera de generar más miedo a la población, pero también una excusa para permitir a Putin a ir más allá. Sea como sea, con todo eso sobre la mesa, un lado y el otro solo pueden esperar a la sucesión de hechos. Occidente, de momento, ya ha dicho la suya.

Occidente no se cree las amenazas de Putin

Francia, Estados Unidos y Reino Unido creen que las acusaciones sobre que Ucrania se está preparando para utilizar una bomba sucia en su propio territorio son "evidentemente falsas", y también un falso pretexto para una escalada.

"Nadie se dejaría engañar por|para un intento de utilizar esta acusación como pretexto para una escalda. De manera más general, rechazamos cualquier pretexto para una escalada por parte de Rusia", han señalado las partes en un comunicado conjunto, transmitido durante la madrugada.

¿La nueva estrategia de Putin?

Putin fue directamente y declaró la semana pasada la ley marcial en los cuatro territorios anexionados de Ucrania: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Si bien es cierto que la ley marcial es una situación de excepción, de aplicación de las normas legales ordinarias de un país por la cual se otorgan facultades extraordinarias a las fuerzas armadas o a la policía, se ha aplicado con un trasfondo. El mes de febrero pasado ya se aplicó también a Ucrania, que se impuso la ley marcial el mismo 24 de febrero, el día que empezó la invasión rusa. También se dio permiso a los civiles para llevar armas de fuego y las utilizó en defensa propia.

La aplicación de la ley marcial, también da pie a otras normas. Cuando menos, eso es lo que firmó Putin la semana pasada. Así, permite una movilización económica no especificada en estas regiones, y también organizar a los residentes locales para dar apoyo al servicio militar y de seguridad. Las medidas firmadas pueden parecer concretas, pero en realidad, no lo son tanto. Podría ser parte de la estrategia para tener margen en el ámbito legal para maniobrar.

Dicho y hecho. Con la ley marcial sobre la mesa, en Jersón no han querido esperarse más. Los hombres de esta región ocupada, que forma parte ahora de Rusia en una anexión ilegal, han sido invitados a unirse a una milicia local recién formada. Por otra parte, también han evacuado a un total de 25.000 residentes, con el miedo que se convierta en un cruel escenario de guerra.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, participa en unos ejercicios militares hechos en Rusia y se prueba unas gafas tácticas / Efe