Los trapos nos salvan de muchos apuros en la cocina: derrames, salpicaduras, manchas, quemaduras, etc. Estrenamos los trapos con ilusión y con pena de mancharlos, no queremos perder ese “efecto nuevo”. ¡Son tan limpios! Pero, irremediablemente, los trapos terminan ensuciándose, y mucho.  ¿Sabías que los trapos de cocina esconden un montón de bacterias si no los lavas bien? 

🧽 4 trucos para quitar las manchas de grasa de la cocina
 

🪳 Evita que te entren cucarachas en la cocina con estos simples trucos
 

Meterlos directamente en la lavadora con tu ropa no es la mejor opción, porque tienen grasa y manchas que requieren de un tratamiento extra que tu ropa de diario no necesita. Y ni qué decir del gasto energético si pones una lavadora extra solo de trapos. El verdadero truco para limpiar los paños de cocina que sí funciona te lo contamos aquí.

 

El truco para dejar tus trapos de cocina limpios sin lavadora

Hay varios deseos que pedimos a la hora de lavar trapos de cocina: eliminar bacterias, gérmenes y suciedad; acabar con el moho y el mal olor y conseguir una blancura sin manchas o conservar el color si el tejido es estampado. ¡No compres trapos nuevos! Te contamos un truco para conseguir todos estos deseos y dejar tus trapos como el primer día. ¡Ah!, y sin poner la lavadora.

               

El poder del bicarbonato

El bicarbonato de sodio es un multiuso universal que no puede faltar en casa: limpia, absorbe la humedad y evita la aparición de hongos. Lo que lo convierte en el aliado perfecto para lavar los trapos de cocina y deshacerse de toda la suciedad, grasa y gérmenes acumulados.

¿Sabías que el bicarbonato de sodio (NaHCO3), carbonato ácido de sodio, hidrógeno, carbonato de sodio, bicarbonato de soda o sal de vichy, se obtiene de un mineral llamado natrón?

 

¿Cómo limpiar tus trapos con bicarbonato?

La manera más simple y rápida de limpiar tus trapos de cocina es hirviéndolos en agua con bicarbonato de sodio. ¿Hervir los trapos? Sí, usa una olla grande en la que te quepan los trapos que quieras limpiar y llénala de agua. Intenta que no rebose y se puedan mover con facilidad una cuchara de madera. Vierte 4 cucharadas soperas de bicarbonato de sodio y remueve bien con la cuchara de madera. Hierve durante 20 minutos. Después sácalos, cuándo estén tibios, lávalos con detergente de platos, deja que se enfríen y enjuágalos con agua fría y limpia. ¡Escurrir y a tender! Tus trapos de cocina quedarán listos para un nuevo uso. 

Si no quieres que tus trapos de cocina estampados pierdan el color en cada lavado, usa amoniaco o vinagre blanco de limpieza, ojo que no es el mismo que le echas a la ensalada. Lo encontrarás en el supermercado, en los productos de limpieza o junto al agua destilada para la plancha. Solo tienes que llenar un barreño o bañera con  5 litros de agua tibia y añadir dos tapones de amoníaco o en el caso de que prefieras la opción del vinagre, vierte 3 tazas de vinagre de limpieza con el zumo de un limón. Remueve y espera 1 o 2 horas. Puedes terminar el lavado en la lavadora con agua caliente y ciclo largo. El resultado resaltará los colores.

Recuerda que además de estos trucos de limpieza, la calidad que elijas para tus trapos también influye en su resistencia final. Te recomendamos los de algodón, son suaves, absorbentes y con fibras duraderas.