Ya tenemos el verano aquí y eso significa más encuentros con amigos en la playa y ratos al fresco después de cenar. Para hacer más soportable el calor, la clave es amenizar las horas con juegos de mesa fáciles de aprender y divertidos. El juego de cartas de los Països Catalans tiene todo eso y más, sigue leyendo este artículo porque La Tumbona de ElNacional.cat te explica cómo se juega. ¿Lo conocías?
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El Cau es el juego de cartas de los Països Catalans. Se trata de una variante muy sencilla del Cau robat o Cau, recau, Sant Vicent, el clásico que seguro que has jugado de pequeño a las sobremesas del domingo con los primos. Para empezar, tienes que tener en cuenta que necesitarás una baraja española sin comodines y que, como mínimo, tendréis que ser tres los participantes. El objetivo es conseguir más cartas que los adversarios.
La preparación del juego también es sencilla y te llevará un par de minutos: solo hace falta barajar las cartas y repartir tres a cada uno. El resto, se tendrán que colocar en una pila en el centro de la mesa. Estas cartas solo se cogerán después de cada ronda, después de que todos los participantes se hayan quedado sin cartas en la mano. La dinámica continuará hasta que se acaben las cartas de la baraja.
Las reglas del juego
Una vez repartidas las tres cartas por jugador, se iniciará la ronda. El primer jugador, normalmente el más pequeño, tendrá que dejar una de las cartas que tiene en la mano encima de la mesa de manera que quede visible para todos los jugadores. Acto seguido, tendrá que capturar una de las cartas de los otros que haga pareja con una de las suyas. En tal caso, se queda las dos cartas y las deja encima de la mesa, delante de él. En caso de haber números consecutivos a la carta cogida sobre la mesa, se pueden recoger tantas como sea posible hasta llegar al 12. Las escalas siempre tienen que ser en orden ascendente. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, todos los jugadores van haciendo lo mismo hasta que en todos se les acaben las cartas de la mano. Entonces se vuelven a repartir cartas a todo el mundo. Cuando se acaban las cartas de la pila y todo el mundo se queda sin cartas en la mano, el último jugador que ha cogido cartas de sobre la mesa se queda el resto de cartas que quedan encima y se hace el recuento. El jugador que más cartas tiene es declarado ganador.