Si te gusta la historia, te tira lo medieval, y te chiflan las historias personales, hay una visita en Catalunya que no te puedes perder. Se trata de la una prisión en pie desde el siglo XIV, que se conserva casi como era en un principio, y donde aún pueden leerse y verse los mensajes y grafitis que dejaron en sus muros los presos que pasaron por ella.
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Acompáñanos a descubrir la Curia-Prisión de Castelló d’Empúries.
Una cárcel de hace 700 años
Castelló d’Empúries, en la provincia de Girona, es un lugar interesantísimo: por un lado, se trata de una villa medieval que conserva mucho de su pasado románico y gótico. El ejemplo más flagrante es la iglesia de Santa María del siglo XIII, basílica conocida informalmente como “la catedral de l’Empordà”.
El lugar se halla junto al río Muga y lo que hoy es el Parque Natural de los Aiguamolls, al norte del cual se extiende Empuriabrava, la urbanización que es como una Venecia de la Costa Brava, una marina residencial con 30 km de canales con más de 5.000 amarres.
En resumen: que en este pueblo hay mucho por ver. Pero no queremos que pases por alto esta joya que es el Museu d’Història Medieval de la Curia Presó. Se trata del museo de historia local de Castelló d’Empúries, centrado en especial en la época medieval de la villa, y en lo que se sabe y se ha encontrado sobre la comunidad judía que aquí vivía.
El edificio en el que está este museo es otro de los vestigios medievales mejor conservados de la ciudad: el complejo de curia y prisión del siglo XIV (se inauguró en 1336) en el que todos los asuntos legales transcurrían, desde los juicios hasta los registros ante notario, o el archivo de los condes de Empúries. Y luego, claro, había presos retenido en las diez celdas disponibles. Y muchos de ellos, a falta de algo mejor que hacer a lo largo de sus setecientos años de uso, dejaron sus inscripciones y grafitis en las paredes, algo que también ocurre en otras prisiones medievales visitables, como por ejemplo la Torre de Londres, por citar uno de los ejemplos más famosos.
Los ocupantes de estas celdas fueron sin duda menos ilustres que sus homólogos londinenses, pero una vida es una vida y cada uno estima la suya, y sus testimonios son igual de interesantes.
Así, en las paredes encontramos muchos dibujos (¿aburrimientos y vocación artística, o un preso ágrafo que solo podía transmitir con dibujos?) como manos, o un barco, y súplicas o nombres. Cada una de esas pintadas e inscripciones son un testimonio y una historia únicas. ¿Qué historia de traición se esconde detrás de un grafiti como el que dice:
“Domingo Coll, me han vendido”.
Si buscabas un plan para el fin de semana, acabas de encontrarlo: una escapada a Castelló d’Empúries para disfrutar de todos sus encantos (y la gastronomía de la zona), y, entre ellos, una visita a la Curia Prisión. Con tu audioguía descubrirás más sobre las historias personales de los prisioneros, y disfrutarás de uno de los testimonios del pasado más curiosos de Catalunya.