El verano es la época en el que se pasa más tiempo con la pareja, la más propensa a las discusiones de pareja, y la que más divorcios provoca al año. España acumula una media de 125.000 divorcios anuales, de los cuales un 33% llega después del verano. No es casualidad que el momento en el que deberíamos relajarnos y disfrutar de la pareja acabe provocando el efecto contrario. 

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Después del estrés, del orden y la organización de unos días que son todos iguales, llega el momento de pasar más tiempo en familia y romper las reglas. Pero, en vez de ser una experiencia agradable, los planes juntos acaban convirtiéndose en una pesadilla para muchas parejas que deciden acabar de una vez por todas con cualquier vínculo. Toma nota de las actitudes que debes rechazar para reducir las discusiones de pareja y evitar la ruptura.

6 actitudes que evitar para ahorrarte discusiones de pareja veraniegas 

Pasar del reparto de tareas

No intentes escaquearte de los niños para hacer deporte o pasar más tiempo en el chiringuito de la piscina. Es importante seguir trabajando en equipo y mantener la actividad que se realiza durante todo el año. De lo contrario, pueden surgir los primeros roces nada más desembarcar en el hotel o el apartamento de vacaciones. 

No consensuar las actividades

Hacer solo lo que uno quiere y no poner en común lo que desea la otra persona es un grave error. De igual forma que querer hacerlo todo a la vez. El estrés se queda en casa, adopta una actitud relajada y empieza a plantearte las tareas pendientes desde otro punto de vista. No hace falta hacerlo todo y hay algunas actividades que, aunque no te gusten, quizás te ayuden a aprender o descubrir otros elementos que son igual de poderosos. 

Y, sobre todo, no podemos generarle a nuestra pareja la sensación de que vamos a nuestra bola pasando de sus deseos y necesidades.

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Una mudanza de verano es un escenario típico de discusiones de pareja. Imagen: DC_Studio.

Rendirse por completo a la rutina

Contrata a una niñera y organiza una cena romántica con baile hasta el amanecer. No todo son planes en familia, también toca cultivar una relación que quizás lleve demasiado tiempo aparcada. Haz saltar de nuevo la chispa, disfruta del amor en estado puro y vuélvete a enamorar como el primer día. Todo empieza con la voluntad de hacer algo distinto por la persona que amas, aunque sea algo sencillo.

Abandonar el sexo

El sexo es uno de los pilares de toda relación. La colaboración, la comprensión y las risas deben terminar en hacer más el amor. Aprovecha las vacaciones para tener las máximas relaciones posibles. En el coche, el baño del hotel o en la playa, busca sitios, lugares e invierte unos minutos en ello. Aunque sea rápido, creará esa unión y complicidad fundamental para todas las parejas. Deja la vergüenza en casa y ponte las pilas, el sexo es vida y vale la pena practicarlo al máximo.

No controlar las discusiones 

Al final, en el día a día es normal chocar y tener alguna discusión. Y si venís de una temporada difícil, decir “no discutáis” es como lo de “¿estás triste? No estés triste”, que no sirve para absolutamente nada. Las discusiones de pareja simplemente ocurren.

Así que, si hay que discutir, discutid. Pero sobre todo hacedlo con respeto. Eso es fundamental, y es una norma básica de la comunicación en pareja. Siempre poneros en la piel del otro, para poder pedirle luego que se ponga en la vuestra, y nunca insultar, gritar, ni pasarse de la raya. Se puede discutir en estas condiciones, y de hecho son las condiciones en las que siempre deberían discutir los adultos, aunque estén a 40 grados.

No relajarte ni sacar tiempo para ti

El tiempo para uno mismo es importante. Compra ese libro que llevas tiempo deseando leer, contrata un buen masaje en el hotel o piérdete por los mercadillos. Haz lo que quieras en soledad, disfruta también de los momentos que durante todo el año no tienes. Planea al menos una actividad que te guste a la semana y dedica unos minutos para ti al día, te vendrán de maravilla. 

Evita estas 6 actitudes, haz justo lo contrario, y no solo te ahorrarás varias discusiones de pareja, sino que limitarás mucho los daños de las que puedan darse, y conseguirás evitar que el verano rompa la relación de pareja, volverás de las vacaciones con las pilas cargadas y una sonrisa de oreja a oreja.