Pasar de 13 diputados y de ser el partido más votado en Catalunya el 2019 a quedarse en 7 y perder la mitad de los votos en tan solo cuatro años. Este es el resumen del segundo porrazo electoral de Esquerra Republicana de Catalunya en menos de dos meses, la primera a las elecciones municipales y ahora en las elecciones generales que Pedro Sánchez adelantó en el mes de mayo. Con todo, el cabeza de lista en estas elecciones, Gabriel Rufián, ha dejado la autocrítica de lado en su primera intervención, asegurando que el partido puede tener la cabeza bien alta ante unos resultados que, ha reconocido, no eran los que esperaban.

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Si en 2019 ERC consiguió quedar por delante del PSC tanto en el mes de abril como en noviembre, en esta ocasión el llamamiento al voto útil que han hecho los socialistas a Catalunya les ha pasado factura. Esta se tiene que sumar también a otro llamamiento que se ha hecho en este caso desde determinados sectores del independentismo, que ha afectado tanto a los republicanos como Junts y la CUP. Con todo, ERC se ha colgado la medalla de seguir siendo el más votado de estos tres partidos en las generales, ya que a pesar de empatar a 7 escaños con los juntaires, han obtenido 442.468 votos por los 376.000 de Junts. "La buena noticia es que esta noche ERC ha vuelto a ganar hasta el bloque independentista cuando el contexto era terriblemente difícil", ha defendido Rufián desde la Estació del Nord, donde el partido ha seguido la noche electoral.

 

Interpelación de Rufián en Junts: "Sería un fracaso que no nos pusiéramos de acuerdo"

Rufián ha reiterado en esta comparecencia las tres polémicas condiciones que había puesto ERC sobre la mesa para investir en un Pedro Sánchez que ha salido vive de estas elecciones adelantadas por él mismo. Y lo ha hecho interpelante también a Junts, que había exigido un referéndum acordado para investir a cualquier candidato a la presidencia del Gobierno. "Nos tenemos que poner de acuerdo, porque según nuestro punto de vista lo podemos hacer y porque la gente nos lo pide. No tenemos que trasladar nuestras responsabilidades a la gente", ha planteado Rufián, poniendo la mirada hacia una repetición electoral que Junts podría forzar: "Sería un fracaso que no nos pusiéramos de acuerdo y que la gente tenga que ir a votar eternamente", ha dejado caer.

Oriol Junqueras, que también ha intervenido después de esta derrota de Izquierda a las elecciones generales, especialmente comparada con las dos victorias del 2019, ha dado apoyo al candidato: "Es posible que la fuerza que tengamos sea muy decisiva. Si lo somos, la pondremos al servicio que no haya un gobierno de derecha y a favor de las mayorías progresistas", ha asegurado, siempre que estas miren hacia Catalunya.

A pesar del llamamiento a la abstención que ha formado parte del independentismo, ERC ha quedado mucho más tocada por otro llamamiento, el del PSC en el voto útil que le ha permitido aumentar su representación hasta los 19 diputados, subiendo siete. Rufián ha lamentado que estas elecciones españolas han sido más españolas que nunca, con un aumento del bipartidismo, y Junqueras ha reconocido que "parte de quien nos apoyó en el 2019 ha pensado que es mejor dar apoyo a las izquierdas españolas".