Tal día como hoy del año 1810, hace 207 años, nacía en Vic (Osona) Jaume Llucià Balmes i Urpià, que en el transcurso de su vida se convertiría en la figura intelectual y política más relevante del catolicismo militante, tanto en Catalunya como en el conjunto de Europa. Jaume Balmes, que había nacido y se había criado en una familia de manufactureros de baldés —es decir, dedicados a la confección de guantes, de bolsas y de cubiertas de libros—, estudió en el Seminario de Vic y se doctoró en Teología en la Universidad de Cervera. Jaume Balmes sería el primer eclesiástico en Catalunya y en la península Ibérica que, preocupado por llegar al máximo número posible de gente, divulgaría el ideario catolicista a través de la prensa.

Balmes creció y vivió en una época muy convulsa de la historia de Catalunya. Preocupado por los cambios sociales consecuencia de la revolución industrial, estudió con profundidad la relación entre los fenómenos del protestantismo y el capitalismo, y entre el obrerismo y el ateísmo, el cual combatió desde las tribunas de las cabeceras de prensa que él mismo había fundado. Creó una corriente de pensamiento alejada tanto del tradicionalismo carlista, que pretendía la restauración de la Inquisición, como del progresismo republicano, que propugnaba la no confesionalidad del Estado. Su pensamiento político estaba fundamentado en una asociación entre liberales moderados y católicos militantes.

La Catalunya de Balmes era un país inflamado en una guerra civil que no solo enfrentaba a liberales y tradicionalistas, sino que también vivía el conflicto permanente entre la burguesía urbana y la clase proletaria. Un complejo poliedro que Balmes intentó entender, explicar y reconducir desde su particular ideología catolicista. Animado por unos éxitos iniciales, se trasladó a Madrid para influir en la alta política de Estado, y llegó a proponer públicamente el matrimonio de la reina Isabel, icono de los liberales, con Carlos, heredero del pretendiente carlista al trono. La oposición beligerante que generó en Madrid su proyecto hizo que regresara a Catalunya y abandonara, acto seguido, la política.

 

Imagen principal: Representación pictórica de Jaume Balmes / Fuente: Wikimedia Commons