Tal día como hoy del año 2015, hace 7 años, el avión Airbus A320-200 de la compañía Germanwings (filial de Lufthansa), que efectuaba el vuelo 9525 entre Barcelona y Dusseldorf, fue estrellado y causó la muerte de las 150 personas que formaban la tripulación y el pasaje. Según la información oficial que hizo público el Ministerio del Interior francés, aquel avión fue estrellado a las 10.51 horas en una zona montañosa del municipio de Prats de Blèuna (Provenza-Francia), en la zona sur de los Alpes. Después de las investigaciones que se llevaron a cabo durante los días inmediatamente posteriores, se confirmaría que el aparato fue estrellado a propósito por el copiloto.
Según las investigaciones del Ministerio del Interior español, en aquel aparato siniestrado viajaban 40 personas de origen catalán y valenciano. Entre aquellas víctimas mortales había vecinos de Cornellà de Terri, Banyoles, Amer, Olot, Girona, Sant Cugat del Vallès, Mollet del Vallès, Badalona, Argentona, Tiana, Premià de Mar, Mataró, Barcelona, Pallejà, Sant Just Desvern, Sabadell, Sitges, Tona, Reus, Lleida y de Torrent (País Valencià). La mayoría de estas víctimas se desplazaban a Alemania por motivos profesionales, pero en aquella trágica lista también había grupos familiares y menores de edad.
Poco después, el escritor Marçal Girbau publicó el libro El vol de la Cristina que repasaba la vida de una de las víctimas, la prometedora científica catalana Cristina Muñoz, y analizaba las negligencias y el dolor no reparado. En aquel libro se denunciaba que el Gobierno nunca defendió la tesis de los familiares de las víctimas, que reclamaban que aquella tragedia se considerara un atentado, y no un accidente. También denunciaba que esta actitud obedecía a la postura subordinada que había adquirido el ejecutivo español, en aquel momento presidido por Mariano Rajoy, que no se quería enfrentar a una gran compañía alemana y, de rebote, con el gobierno alemán.