Tal día como hoy del año 1902, hace 116 años, Barcelona quedaba totalmente paralizada por la huelga general en demanda de la jornada laboral máxima de las 9 horas. La huelga había sido convocada por la mayoría de los sindicatos, y las autoridades civiles y militares de Barcelona respondieron con cargas policiales que generaron escenarios de gran violencia. Después de siete días de huelga, el saldo de la brutal represión policial presentaba el trágico balance de doce trabajadores muertos, centenares de trabajadores heridos, más de trescientos dirigentes sindicales encarcelados y todas las sociedades obreras clausuradas.

Aquella huelga, aunque se había convocado a nivel estatal, tuvo una incidencia restringida en Catalunya. La negativa del sindicato UGT a secundar la huelga impidió que tuviera un mayor alcance territorial. Serían las sociedades obreras catalanas que, al día siguiente de restar paralizada Barcelona, impulsarían el paro general de los grandes centros industriales del país. Sants, Reus, Sabadell, Manresa, Tarragona, Vilanova i la Geltrú y Terrassa también quedarían progresivamente paralizadas. En estas ciudades los enfrentamientos con las fuerzas policiales fueron menores.

El gobierno español, presidido por el liberal Práxedes Mateo Sagasta, contestó a la huelga y a la explosión de violencia causada por las cargas policiales decretando el estado de guerra en todo el territorio catalán. Desde el día 17 hasta el día 24, la Guardia Civil y el ejército español fueron desplegados por las calles de las principales ciudades de Catalunya. El gobernador civil de Barcelona, Miquel Socias Caimari fue discretamente relevado del cargo el día que estallaba la huelga y sustituido por Francisco Manzano Alfaro, representante del ala dura del gobierno Sagasta, que dirigiría la represión durante los días posteriores.