Tal día como hoy del año 1934, hace 85 años, en el contexto de los días inmediatamente posteriores a los Hechos del Seis de Octubre (1934), el coronel Jiménez Arenas, “presidente accidental de la Generalidad designado por la autoridad gubernativa militar de la cuarta División”, ordenaba la disolución de la Comisaría General de Orden Público, dependiente del Departament de Governació de la Generalitat. La competencia de orden público pasaba a ser dirigida por las autoridades militares españolas.

El día anterior (10 de octubre), Jiménez Arenas había ordenado la clausura de la Escuela de Policía de Catalunya y cuatro días antes (7 de octubre) había ordenado desarmar la totalidad de los efectivos del cuerpo de los Mossos d'Esquadra y suspenderlos de trabajo y de sueldo. Aquella maniobra formaba parte de un paquete de medidas urdidas por el gobierno de la República española (formado por la coalición involucionista PRR-CEDA-Partido Agrario) que culminaría el mes de enero de 1935, con la suspensión del autogobierno de Catalunya.

También el mismo día, la prensa de la época (La Vanguardia, 12/10/1934) informaba de que la policía española había detenido a Pere Coll Llach, comisario general de Orden Público de la Generalitat, acusado de rebelión y sedición. Según la prensa, había sido detenido en su casa de Begur (Baix Empordà), pero la policía española presuponía que pretendía huir en una barca que lo tenía que transportar a las islas Medes, y desde allí, con una "canoa-automóvil" que lo tenía que conducir a Portvendres (Rosselló).

También el mismo día, la policía española había detenido a Roc Boronat, fundador de la Asociación de Ciegos de Catalunya, y lo había acusado de participación en los Hechos del Sies de Octubre. Y también que el comandante Jaume Bosch Cassí, jefe superior del Somatén de Catalunya, que había sido acusado de connivencia con el gobierno de Catalunya, y que había sido condenado a cadena perpetua por la justicia militar española, había sufrido un grave infarto en una mazmorra del castillo de Montjuïc y se temía por su vida.