Tal día como hoy del año 1899, hace 122 años, en Madrid, Francisco Silvela, presidente del Gobierno, y Clodoveo de Hohenlohe, canciller del gobierno alemán, firmaban el Tratado hispano-germánico, que culminaba la negociación y venta de las islas Carolinas, Marianas y Palaos. En aquel tratado se estipuló que el estado alemán pagaría al estado español la cantidad de 17 millones de marcos (el equivalente a 1.250 millones de euros) por la transferencia del dominio sobre aquellos tres archipiélagos, las últimas posesiones coloniales españolas en el océano Pacífico. El estado alemán tomó posesión efectiva de la "Micronesia española" el 3 de noviembre siguiente.

La venta de las Carolinas, las Marianas y Palaos se efectuó en el contexto de la pérdida española de las islas Filipinas (1898). Mientras que Alemania disponía de recursos económicos y militares para asegurar el control de aquellas posesiones; España había malgastado su precaria economía y había perdido toda su flota en la última guerra de Cuba y Filipinas (1895-1898). Según la prensa de la época, el gobierno conservador dirigido por Silvela argumentó que, después de las derrotas militares en Cuba y en Filipinas contra el ejército norteamericano, las posesiones del océano Pacífico resultaban "ingobernables".

Posteriormente, el año 1948, un grupo de intelectuales españoles ideológicamente próximos al régimen franquista sugirieron la posibilidad de reocupar una parte de aquellos territorios insulares, argumentando que el Tratado de 1899 había ignorado las islas de Saipán, Yap y Koror. Según la prensa de la época, aquella propuesta estuvo encima de la mesa de varios consejos de ministros del régimen franquista. Sin embargo, finalmente, aquella propuesta fue desestimada cuando los Estados Unidos —el nuevo propietario de aquellos territorios insulares desde finales de la II Guerra Mundial (1945)— advirtieron a España que una maniobra de aquellas características sería interpretada como una declaración de guerra.