Tal día como hoy del año 1666, hace 354 años, nacía en Milán (entonces ducado independiente de Milán) José Patiño Rosales, que en el transcurso de su vida se convertiría en uno de los principales elementos de la administración borbónica hispánica, y que tendría un destacadísimo papel en la política tributaria borbónica en Catalunya después de la ocupación de 1714. Patiño fue uno de los inspiradores de los Decretos de Nueva Planta (1717), que liquidaron las instituciones catalanas "por justo derecho de conquista". Y fue el ideólogo y ejecutor del Catastro, que sometió Catalunya a una tributación de guerra durante casi un siglo (1715-1810), origen del histórico déficit fiscal catalán.

El objetivo de aquellos decretos era “que la autoridad real quede por encima de la ley y que la monarquía recupere la potestad de dispensar gracias y oficios, y la de tributar sus vasallos al modo justo que le pareciere” y lo justificó proclamando que "”el genio de los naturales (referit als catalans) es amante de la libertad, aficionadísimo a todo género de armas, prontos en la cólera, rijosos y vengativos, y que siempre se debe recelar de ellos, aguarden coyuntura para sacudir el yugo de la justícia. Son apasionados a su patria, con tal exceso que les hace trastornar el uso de la razón, y solamente hablan su lengua nativa”.

Durante décadas, el brutal sistema tributario impuesto por Patiño —que tenía un propósito claramente punitivo— impidió la recuperación económica de Catalunya y provocó las grandes crisis de 1760-1770. Patiño y Macanaz fueron las figuras más destacadas del nuevo régimen borbónico en Catalunya y participaron, conjuntamente, en una brutal depredación de fondos artísticos y documentales que, o bien fueron calcinados públicamente o bien fueron depositados en la Biblioteca Nacional de España, creada por el primer Borbón hispánico en noviembre de 1711 en Madrid. Como ministro de marina de Felipe V (1717), saqueó y desmanteló las fuerzas navales catalanas, que tenían una historia que remontaba al siglo XII.