Tal día como hoy del año 1644, hace 375 años, Francesc de Montpalau y de Solanell partía de Barcelona con destinación a París. Ocho días antes, Montpalau había sido nombrado embajador permanente de la Generalitat ante la corte del rey Luis XIV de Francia (entonces en minoría de edad) y la reina regente Ana de Habsburgo (viuda del rey Luis XIII). Durante su misión diplomática (1644-1646) consiguió enderezar las relaciones entre Catalunya y Francia, que habían quedado muy estropeadas desde que había estallado la revuelta occitana de 1643, y el ministro plenipotenciario Mazzarino no atendía con puntualidad los salarios del ejército francés en Catalunya. A consecuencia de aquellos atrasos, la soldadesca de Luis XIV se había entregado a una brutal oleada de pillaje y crímenes.

Montpalau negoció la destitución y encarcelamiento del lugarteniente Philippe de La Mothe-Houdancourt, sobre quien pesaba la acusación de ser el principal responsable de aquella oleada de pillaje y crímenes; y su sustitución por Henri de Lorraine-Harcourt, que llegaría a Catalunya a inicios de 1645, pondría orden en la anárquica tropa francesa, y castigaría duramente a los oficiales acusados y condenados por pillajes y crímenes. Durante su etapa como lugarteniente (1645-1647) creó nuevos regimientos catalanes (de infantería y de caballería) y reforzó notablemente el ejército francés. Como resultado de su gestión el ejército catalanofrancés recuperó el control sobre las llanuras de Urgell, de la Llitera, del Empordà y del valle bajo del Ebro.

La misión diplomática de Montpalau estuvo, siempre, orientada a mantener y potenciar la vinculación entre Catalunya y Francia, suscrita en septiembre de 1640 (Tratado de Ceret) y renovada en marzo de 1641 (nombramiento de Luis XIII de Francia como conde independiente de Barcelona). En virtud de estos acuerdos políticos el Principado de Catalunya se había constituido como un estado independiente bajo la protección militar de Francia, y la figura que hacía efectiva esta vinculación era Luis XIII (y posteriormente su sucesor Luis XIV), que ostentaban —de forma totalmente separada— los títulos de rey de Francia y conde independiente de Barcelona. Montpalau sería relevado por Francesc Puigjaner (julio 1647 – agosto 1650) y por Narcís Ramon March (agosto 1650 – octubre 1652).