Tal día como hoy del año 1937, hace 86 años, en Valencia, en el contexto de la guerra civil española (1936-1939) y de la revolución que se proclamó en la retaguardia republicana, un pelotón anarquista fusilaba a la vedete Constantina de Jarque Castro, conocida popularmente como Tina Jarque, y su amante Abel Domínguez, dirigente de las milicias de la CNT-FAI de Andalucía y de Extremadura. Jarque y Domínguez fueron acusados de espionaje, de quintacolumnismo y del robo de joyas confiscadas por las siniestras patrullas de control anarquistas en Madrid.

Tina Jarque había nacido el año 1906 en Barcelona y se había criado en el barrio del Poble-sec, en una familia de artistas de circo. Su abuelo era el clown Santiago Jarque, de nombre artístico Santiaguini, y su padre era el payaso Antonio Jarque, de nombre artístico Tonitoff. Tina no tuvo una educación esmerada, pero su inteligencia natural la condujo a un mundo de éxitos profesionales. Era políglota (hablaba catalán, castellano, alemán e inglés), protagonizó varias giras musicales por Europa e interpretó diferentes papeles cinematográficos en Alemania y en Estados Unidos.

Había sido la introductora en España de los géneros musicales del jazz y la bossa nova y del desnudo en el escenario. Durante su corta existencia tuvo una vida amorosa intensa: se relacionó con deportistas famosos, como el boxeador Paulino Uzcudun; con políticos poderosos, como el socialista Indalecio Prieto; con artistas célebres, como el cómico Carles Saldaña; o con hombres de negocios polémicos, como el banquero Joan March. Pero la relación que la condenaría sería la que tuvo con Abel Domínguez, un joven líder anarquista originario de una familia terrateniente andaluza y que había derivado en la CNT por rebeldía.

Al inicio de la guerra civil, Jarque fue señalada como enemiga de la revolución. No le sirvió de nada haber colaborado con los anarquistas en el rodaje de varios documentales propagandísticos. En diciembre de 1936 sería objeto de un registro domiciliario. Abel Domínguez, responsable de aquel operativo, se enamoró perdidamente de la vedete y le hizo creer que la única salida que tenía era escapar. Fueron detenidos cuando intentaban salir de territorio republicano con las joyas confiscadas que Domínguez había robado de la caja del sindicato.