Corinna zu Sayn-Wittgenstein, conocida también por Corinna Larsen y más coloquialmente como princesa Corinna, la persona que ha puesto patas arriba la monarquía española, ha llevado al exilio a Juan Carlos I y ha arruinado el reinado de su hijo Felipe VI, ha concedido una jugosa entrevista desde su residencia de Londres a la BBC. En ella explica, con pelos y señales, detalles sentimentales y económicos del rey emérito que ponen los pelos de punta. El trato desairado que tenía con la reina Sofia, a la que le era permanentemente infiel, la propuesta de matrimonio que le formuló Juan Carlos I a su padre, las presiones que tuvo el jefe del Estado para abdicar en 2014 tanto del establishment como de la familia, las amenazas de muerte que sufrió y que atribuye al CNI y la transferencia en forma de regalo de 76 millones de dólares que le hizo el emérito, según ella como una manera de demostrarle su amor.

Corinna remata la entrevista con dos últimos disparos que son demoledores: Si tuviera que devolver el dinero no sería la única que tendría que hacerlo, ya que, según ella, en los últimos 40 años la monarquía española ha actuado como una empresa familiar con un modus operandi claro y, en consecuencia, toda la familia real debería tener que hacer lo mismo con el dinero que ha recibido. En segundo lugar, una proyección de como está distribuido el dinero en el extranjero: "Habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones".

Si no estuviéramos hablando de un jefe del Estado, sus trampas, sus mentiras, sus juergas, sus comisiones tendrían un interés limitado. Pero no es así. A partir de un amor despechado se está abriendo en canal la historia reciente de España, su Transición antes considerada modélica y la corrupción que ha acompañado el cargo de la jefatura del estado. Una familia desestructurada a la que solo une la ambición y el poder. El emérito en el exilio acompañado supuestamente de una amante; su esposa, la reina Sofia, de vacaciones en Palma y de confidencias con su familia griega; su yerno, Iñaki Urdargarín, en la cárcel de mujeres de Brieva cumpliendo condena; su hija, Cristina de Borbón, firmemente casada pese a la oposición de su familia esperando a Urdangarín entre Ginebra, Madrid, Barcelona y Bidart; la infanta Elena siempre sola paseando su pena por el exilio de su padre (es la única que parece realmente apenada) y los actuales reyes soportando las cada vez más habituales protestas en la calle.

Corinna Larsen ha puesto fecha de caducidad a la monarquia, según algunos. Es posible. Pero lo que sí es seguro es que el camino real es hoy, sobre todo, un camino de espinas.