Suiza se prepara para tener que sobrevivir a posible cortes de electricidad el próximo invierno. Concretamente, los ciudadanos del país helvético se están preparando para hacer frente a posibles recortes de electricidad el próximo invierno después de los avisos de las autoridades que una situación así no puede excluirse por las fuertes tensiones que se anticipan en el mercado eléctrico europeo cuando empiecen a funcionar los sistemas de calefacción. De hecho, la prueba de eso, y la preocupación que ha generado se refleja en el aumento interanual de las ventas de radiadores eléctricos móviles, que ha superado el 300%, con un récord el julio pasado, mes en que paradójicamente se han registrado récords de calor y una sequía que afecta a varias partes del continente.

Además, desde las autoridades del sector eléctrico han empezado a recomendar a la gente que tenga reservas de velas en casa, así como linternas con pilas y madera en caso de tener con una chimenea. El responsable de la autoridad federal independiente de regulación del sector eléctrico, Werner Luginbühl, ha señalado que no se pueden excluir en el absoluto interrupciones en el servicio de electricidad de varias horas en unas ciertas regiones de Suiza y que hay que estar preparados por si eso acaba pasando. El temor que agita a las autoridades es que Suiza no reciba electricidad desde Francia los últimos meses del año, una importación de la cual depende en gran parte para cubrir el suministro eléctrico que no se produce internamiento. En esta misma línea se ha observado que las reservas hidráulicas de urgencia serán insuficientes para garantizar un servicio eléctrico normal durante el invierno.

En esta línea, Luginbühl ha asegurado que una de las medidas de ahorro más eficaces sería el recorte de electricidad en las empresas, hecho que ha obtenido la oposición de la parte más conservadora del arco parlamentario y que consideran únicamente como un último recurso, además de advertir que en este caso las compañías tendrían que ser indemnizadas. Entre las medidas que se sugieren para evitar los recortes figuran reducir entre 1 y 2 grados la temperatura en las viviendas en invierno y hasta tres grados en el transporte público, lo cual representaría un ahorro importante de energía. Asimismo, se ha planteado apagar los carteles publicitarios luminosos y las vitrinas de las tiendas a las noches, y prohibir el funcionamiento de los cañones de nieve en las estaciones de esquí cuando empiece la temporada de este deporte. Hay que recordar que los cañones de nieve son grandes consumidores de energía y de agua, un recurso que también está escaseando en Suiza a causa de la sequía.

También se ha planteado empezar a instalar lo más rápido posible paneles solares gigantes en los Alpes y prohibir la venta de radiadores eléctricos móviles. El problema está en boca de todos y el gobierno ha decidido destinar dos millones de euros para una campaña destinada a promover un ahorro general de electricidad.