Seat ha apostado claramente por la reconversión eléctrica de la empresa. Y, a pesar de que, subir al carro de los coches eléctricos tiene muchos beneficios, esta estrategia también tiene costes, como por ejemplo que muchos procesos quedarán obsoletos, puesto que el montaje de un coche eléctrico necesita menos proceso de producción y mano de obra que un coche convencional y esto provocará cambios a las plantas de Seat en Catalunya, concretamente, la compañía catalana té la idea de empezar a fabricar, baterías y motores eléctricos desde la Zona franca y El Prat. Esta apuesta por el coche eléctrico, provocará también que ciertos procesos de la cadena de montaje se eliminen, como por ejemplo la caja de cambios.

Ahora bien, según ha adelantado TV3, la idea de Seat es, siempre que lleguen los fondos europeos, que Martorell empiece a producir coches eléctricos sin cesar, concretamente 500.000 cada año, a partir de 2025. Será a partir de entonces cuando la planta también empiece a fabricar un modelo propio de coche eléctrico, que todo apunta que será de la marca Cupra, la marca deportiva de Seat, según apunta también la televisión pública de Catalunya. Además, también se fabricarían en Martorell coches por Volkswagen, Skoda e incluso Audi.

¿Qué pasará con las otras plantas de Seat a Catalunya?

Hasta ahora el papel de la planta de Martorell estaba claro, fabricar coches eléctricos, pero esta no es la única planta de la compañía en Catalunya. Las que más peligro tenían son aquellas que hacen procesos que ya no son necesarios en la cadena de montaje de los coches eléctricos, como es el caso de la planta del Prat, donde se fabrican cajas de cambios y donde trabajan más de 1.000 personas.

Para esta planta, Seat plantea que se reconvierta y pase a fabricar los motores eléctricos del modelo de vehículo más pequeño del grupo. Eso supondría un gran paso adelante para la planta, ya que actualmente, los motores de los vehículos fabricados en Catalunya provienen de la República Checa.

El caso de la fábrica del Prat no es único, la planta de la Zona Franca, donde trabajan más de 1.300 personas, también se vería afectada para este proceso de electrificación y habría partes de la planta que también quedarían obsoletas. Es por eso que Seat plantea destinar esta planta al proceso final de acoplamiento de las baterías.

Eso no quiere decir que la fábrica de baterías de Volkswagen se sitúe en la Zona Franca, simplemente allí se unirían la pila y la celda de la batería para enviarlas, ya listas, hacia Martorell. Esta primera parte de la batería, la pila, sería la que se fabricaría en la nueva fábrica de baterías que se anunció desde el Gobierno y que todavía no se sabe donde se instalará.