La automovilística Seat recordará en el 2019 como el año de los récords ya que cerrará un año redondo con plusmarcas en ventas y en producción, con unos 505.000 vehículos acoplados, a pesar del mal momento que supuso la interrupción de la producción en noviembre por el problema de un proveedor. Con respecto a las ventas, la marca automovilística ha entregado hasta noviembre 542.800 coches, un 10,3% más que en el mismo periodo del 2018, el mayor volumen de su historia a falta de un mes para acabar el año.

En el 2018, la filial de Volkswagen vendió 517.000 coches, una cifra con la cual rompió el récord establecido el año 2000. La compañía acabará también el año con una producción récord de unos 505.000 automóviles en la planta de Martorell (Baix Llobregat), según estimaciones del presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

Esta cifra (por encima de los 474.000 del 2018) se alcanzará aunque en noviembre la fábrica tuvo que cerrar varios días por los problemas de suministro ocasionados por el incendio de la fábrica de un proveedor. El paro de la producción supuso que se dejaran de fabricar aquellos días entre 13.000 y 15.000 vehículos, según fuentes sindicales, aunque una parte se han recuperado al abrir la planta tres días de diciembre que inicialmente eran considerados festivos.

El récord en producción y en ventas llevará los beneficios más altos conseguidos por Seat, que ganó en el 2018 casi 294 millones de euros, cosa que permitió a los trabajadores de la compañía percibir una paga extra de 1.068 euros.

Carnero ha explicado a Efe que el nuevo récord de ventas, producción y beneficios que se espera para el 2019 le supondrá a la plantilla una paga extra también de récord, de unos 1.300 euros, la cantidad máxima que establece el convenio colectivo. De cara al año que viene, cuando finaliza la vigencia del actual convenio, Carnero apunta ya que una de sus demandas en la empresa será "destropezar" se con la cantidad máxima establecida para la paga de beneficios de la plantilla.

En el último Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt (Alemania), celebrado en septiembre, el presidente de Seat, Luca de Meo, ya auguró que Martorell produciría durante los próximos años a capacidad máxima, a un ritmo de unos 500.000 vehículos anuales, mientras presumía de la buena salud de la marca. De Meo, que se da por hecho que después de las fiestas navideñas abandonará Seat para fichar por Renault, ha recordado que cuando llegó a la compañía en el 2015 la producción era de 350.000 coches y que la capacidad productiva ha crecido un 60%.

Inmersa en una ofensiva de productos, la compañía mantiene planes ambiciosos para el 2020, año en el cual hará frente a retos como la desaceleración de la economía, el incremento de los costes de I+D para la apuesta por la electrificación y la exigente normativa europea de emisiones de CO2.

En este horizonte, el comité de empresa de Seat ha reclamado a la dirección del Grupo Volkswagen la adjudicación, al menos, de otro modelo para Martorell, aunque sea de combustión. "Vienen 5 o 6 años convulsos en el mundo de la automoción. El volumen de coches eléctricos que se fabricarán es todavía una incógnita. Necesitamos mantener la capacidad de producción", ha explicado Carnero. En la actualidad, Martorell, la fábrica de coches mayor de España, cuenta con tres líneas en que se aparean el Arona y el Ibiza; el León y el Formentor (en el 2020); y el Audi 1.