La aerolínea de bajo coste Ryanair ha sido en el ojo del huracán durante los últimos días por las controversias con la base de Girona. La empresa había anunciado el cierre de la base gerundense, pero finalmente hizo marcha atrás a cambio de modificar los contratos de sus empleados en la base y pasarles a fijos discontinuos, cosa que ha sido muy criticada por parte de los sindicatos, a la Generalitat e incluso ha recibido avisos del ministerio de Trabajo diciendo que los nuevos contratos tienen que cumplir la ley, a la vez que se les ha abierto una investigación desde Inspección de Trabajo. Ante esta situación, Ryanair asegura que "todo lo que hemos hecho ha sido para salvar la base gerundense, y estamos seguros de que estamos dentro de la legalidad en todos los aspectos".

Así lo ha dicho hoy el director de marketing de lo utilizas, Kenny Jacobs, en una rueda de prensa en la qué ha aseverado que "estamos contentos de haber salvado la base de Girona", y también ha dicho que a pesar de no haber llegado a un acuerdo con los sindicatos, "se ha estado negociando individualmente con los trabajadores y más de 100 de estos han firmado el acuerdo de los nuevos contratos y por lo tanto mantendrán su trabajo". Sobre las supuestas "coacciones a los trabajadores para firmar los nuevos contratos" que han denunciado a los sindicatos, desde Ryanair aseguran que "no ha habido nunca coacciones a los trabajadores, y al final, son contratos estacionales muy normales en el sector del turismo", aseveran.

Además, la empresa asegura que, al contrario de lo que habían dicho los sindicatos, "la antigüedad de los trabajadores no se ve afectada por los nuevos contratos, por mucho que se hagan contratos discontinuos, la fecha de entrada del trabajador en la empresa es la que fue el primer día", aseguran.

Aunque la base de Girona se mantendrá abierta, la compañía seguirá con el cierre de las bases de las Canarias, concretamente en Tenerife, Las Palmas y Lanzarote; cierre que se hará efectivo a partir del 8 de enero. La empresa ha asegurado que los trabajadores de las Canarias se procurará reubicarlos en otras bases, "pero los problemas con el MAX provocan que no tengamos tantas vacantes como querríamos".

Desde la aerolínea han recordado que todos los problemas que están teniendo es por la crisis de la producción del Boeing 737 MAX y los problemas del ejemplar con el diseño, que ha provocado un retraso en las previsiones de aumentar su flota. El 2020 Ryanair tenía previsto recibir 58 nuevos MAX, pero ahora dicen que recibirán entre 0 y 10. En este sentido, la aerolínea explica que "este cierre de bases es una decisión únicamente comercial, ocasionada por los problemas con el MAX, y no por ningún problema con las relaciones sindicales".