El fabricante japonés Nissan Motor reveló hoy que ha detectado en la mayoría de sus plantas niponas irregularidades en las revisiones de emisiones de gases de sus vehículos, así como la manipulación de informes de inspecciones.

Nissan, que no ha revelado cuantos coches podrían estar afectados, detalló en un comunicado que en cinco de sus seis plantas japonesas las pruebas sobre emisiones se “desviaron” de sus protocolos internos. El fabricante nipón desveló además que tras una investigación interna se ha había detectado la elaboración de “informes de inspecciones basados en valores de medición alterados”.

La manipulación, no obstante, no ha afectado a la seguridad de los vehículos, que cumplen con los estándares de emisiones de la normativa nipona, puesto que los datos fueron reescritos “para cumplir con nuestros propios estándares (internos), que son más estrictos”, explicó a Efe un portavoz de Nissan. El fabricante automovilístico informó hoy al Ministerio japonés de Territorio, Infraestructura, Transporte y Turismo de los hechos.

Nissan descubrió la manipulación de los datos de emisiones tras implementar controles más rigurosos a raíz de las irregularidades detectadas el pasado octubre en sus inspecciones de calidad de vehículos, que algunos trabajadores realizaron sin el permiso necesario.

La compañía está llevando a cabo una investigación “completa y exhaustiva” de los hechos, incluidas las causas y los antecedentes, para poder implementar “las contramedidas apropiadas”.

Las irregularidades se han convertido en un tema sensible en el seno de las empresas japonesas desde la salida a la luz en 2017 de varios casos que han afectado a gigantes como Mitsubishi Motors, la metalúrgica Kobe Steel y la propia Nissan.

La compañía reveló el pasado octubre que personal no apto según la regulación nipona había realizado inspecciones de seguridad en sus plantas domésticas, lo que le llevó a llamar a revisión a más de un millón de vehículos en el país.