La empresa propietaria de Miró ha revisado su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a la baja. De 339 a 180 empleados en el conjunto de España. La cifra de despidos de la cadena catalana de electrodomésticos se ha reducido dado que hay "varios compradores interesados". Era la única posibilidad. Así se dejó constancia en una carta al comité de empresa de hace poco más de dos semanas y así está sucediendo. 

Tras la reunión de este jueves en la que se han encontrado representantes de los trabajadores y la dirección de la empresa, se ha puesto encima de la mesa de negociación la continuidad de unos 150 trabajadores. Cabe recordar que para poder mantener la sede central de la cadena situada en Martorell y una parte considerable de sus tienes es necesario "poder alcanzar acuerdos con terceros." De momento, se prevé cerrar un total de 27 tiendas en toda la red española mientras que otras 16 seguirán operativas pero muy posiblemente se verán afectadas por despidos de personal. 

"Liquidamos", "un paso necesario"

Más concretamente, Miró es propiedad del fondo suizo Springwater Capital desde 2014 y está controlada a través de la sociedad Kabaena Directorship. Sus planes de reflotar la compañía en el plan estratégico 2016-2018 han fracasado y por ello, el pasado 24 de agosto, se anunció públicamente el ERE. "Un paso necesario" para el concurso de acreedores, según el director general de Kabaena, Matteo Buzzi. Desde entonces, "Liquidamos" o Cambio de stock" son los carteles llamativos que visten sus escaparates. 

En base a lo que establece la ley para este tipo de casos, la compañía se ha comprometido a pagar el doble del salario mínimo interprofesional (SMI) a cincuenta de los trabajadores que no han cobrado su nómina durante el mes de agosto. También hay trabajadores que todavía no han cobrado su nómina de julio. 

Queda por ver como se afronta el concurso de acreedores, la liquidación y el nuevo ERE. No es el primero ya que tan solo dos meses atrás Kabaena ya pactó un ERE con los sindicatos que incluía el despido de 119 trabajadores en toda España. Ahora son 180 y por el camino fueron 339. Se trata de salvaguardar en la medida de lo posible el máximo número de puestos de empleo.