Microsoft ha anunciado este martes la adquisición por 68.700 millones de dólares de Activision Blizzard, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo y responsable de conocidos títulos como World of Warcraft, Call of Duty, Diablo o Candy Crush. Según ha explicado Microsoft, que ya cuenta con una división dedicada a los videojuegos y las consolas con la X-Box a la cabeza, en un comunicado la compra lo convertirá en la tercera mayor compañía del sector del videojuego detrás de Tencent y Sony. La operación se pagará en efectivo y está previsto que se complete este año, una vez recibida la aprobación de los reguladores. Esta adquisición se convertirá en la más grande de la historia de Microsoft, superando con mucho los 26.000 millones de dólares que pagó en 2016 para hacerse con LinkedIn.

Esta decisión supone, entre otras cosas, una importante apuesta de la empresa por el desarrollo del metaverso, igual que están haciendo otras tecnológicas como Facebook. "Los videojuegos son hoy la categoría de entretenimiento más dinámica y emocionante en todas las plataformas y tendrán un papel clave en el desarrollo de las plataformas del metaverso", ha asegurado el presidente y consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella. Según Nadella, la inversión busca impulsar una "nueva era de los videojuegos" que dé la mayor importancia a los jugadores y creadores y que haga de los juegos algo "seguro, inclusivo y accesible para todos".

Dudas alrededor de Activision

Activision ha estado en los últimos meses implicada en polémicas por supuestos casos de acoso, tanto sexual como laboral, por parte de ejecutivos de la compañía. El actual consejero delegado, Bobby Kotick, seguirá al mando, dijo Microsoft, que explicó que una vez se cierre la fusión el negocio de Activision Blizzard quedará bajo la dirección del jefe de Microsoft Gaming, Phil Spencer.

En los últimos meses, las acciones de Activision habían caído en bolsa, sobre todo después de que las autoridades de California presentasen una demanda en su contra a raíz de las acusaciones de acoso y denunciasen una problemática cultura laboral en la firma. En cambio, este martes, los títulos de la empresa en Wall Street se dispararon más de un 30% en la apertura de Wall Street, una vez conocida la adquisición.

Activision dispone de algunas de las mayores franquicias del mundo del videojuego como Halo, World of Warcraft, Diablo, Overwatch, Call of Duty o populares juegos de móvil como Candy Crush, en los que Microsoft ve una gran oportunidad de crecimiento. Además, la compra dará a la tecnológica acceso a los 400 millones de personas que juegan cada mes a los juegos de Activision Blizzard, que se sumarán a su servicio de suscripción Game Pass.