Manuel Hidalgo, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, es profesor de economía aplicada en la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla. Su última obra es una investigación sobre el mercado laboral enfocada en el fenómeno de los robots, el futuro del trabajo y los ganadores y perdedores de la revolución tecnológica, plasmada en el libro El empleo del futuro. Hidalgo nos recibe en la sede de Esade y, con cierto optimismo, nos asegura que "no, los robots no nos quitarán el empleo". Hablamos del cambio tecnológico, de paro, de pros y contras y un aviso: "tenemos que reaccionar ya". 

En el libro dice que "seremos como sociedad y economía lo que queramos ser". ¿Qué quiere decir?
Con esa frase pretendo dejar clara una cosa: uno puede creerse que debemos amoldarnos en el ámbito tecnológico y que no tenemos otra. Esto en realidad no es así. El cambio tecnológico puede ser el que sea, hay que dejarlo fluir, pero las consecuencias que provoca serán más o menos costosas o beneficiosas en función de lo que nosotros queramos. El futuro no es determinista, no está todo escrito. Lo que tenemos que hacer nosotros es dirigir esa fuerza que genera el cambio tecnológico a nuestro favor. Cuando digo que será lo que nosotros queremos que sea es a la vez una visión optimista pero también de responsabilidad. Si no hacemos nada, el cambio tecnológico va a ser ya no negativo pero sí mucho más desagradable.

Hay una visión general muy catastrofista sobre el cambio tecnológico. ¿Este pesimismo se debe a una falta de conocimiento?
Este pesimismo va ligado al momento que uno vive. Me explico: si uno mira las etapas de la historia donde este movimiento ha sido más intenso -los luditas- ha sido en momentos de crisis económica. El movimiento ludista nace en 1811 -crisi en Gran Bretaña-, se intensifica tras el crack del 29 y ahora otra vez. En esos tres momentos la coincidencia es que hemos vivido crisis económicas que han afectado nuestros empleos. Lo que pasa es que si la sociedad ya de entrada está sufriendo por el empleo y además les dicen que hay unos robots que vendrán y les sacarán el trabajo, de aquí nace el pesimismo.

Si no hacemos nada, el cambio tecnológico será mucho más desagradable"

Manuel Hidalgo Economista - Sergi Alcàzar

Pero la historia nos dice que no debemos pensar eso, porque en estas tres ocasiones al final ha habido empleo, la sociedad no solo ha salido de esta sino que ha mejorado, evidentemente ha habido fricciones, pero al final de todo esto se ha salido y siempre como una sociedad mejor, y esta vez no tiene porqué ser diferente. Eso sí, si sabemos organizarlo bien y llevar el cambio por donde tiene que ir.

Cosas buenas y cosas malas del cambio tecnológico.
Las buenas, las mismas de siempre: llevará el bienestar de todos. Siempre lo ha hecho. Hoy vivimos mucho mejor que hace 500 años porque ha habido cambio tecnológico. Todo lo que sea mejorar la tecnología, redundará en beneficios. Lo peor: normalmente los cambios tecnológicos tan bruscos como el que estamos viviendo ahora generan distorsiones muy fuertes. 

¿Habrá paro tecnológico?
No habrá paro tecnológico y nunca lo ha habido. Si quieres pensar en algo negativo que puede generar el cambio tecnológico, no va a ser el desempleo, serán otras cuestiones. En este caso, si discutimos si los robots nos van a quitar el trabajo o no, vamos a estar discutiendo sobre algo que no es importante, mientras que los costes pueden llegar de otras maneras.

¿De cuales?
Es algo que está pasando. La principal consecuencia del cambio tecnológico ahora mismo es la desigualdad que se está creando entre trabajadores, se está polarizando el mercado de trabajo. Además, otras cuestiones son la concentración del poder en grandes empresas y la externalización (las subcontratas, los autónomos, etcétera). Estas dos grandes tendencias son nocivas para el trabajador, aquí está el gran problema. El trabajador no va a perder su trabajo sino que puede verse perjudicado en términos de precariedad o de bajos salarios.

Manuel Hidalgo Economista - Sergi Alcàzar

Comenta en el libro que cada innovación tiene sus perdedores y sus ganadores.
Sí. Los perdedores son normalmente los trabajadores que hacen los empleos más sencillos, en términos de no muchas tareas y además rutinarias. ¿Qué pasa con eso? Que lo puede hacer un robot o un algoritmo fácilmente. Antiguamente lo que ocurría era que este tipo de empleo eran industriales, donde meter un robot siempre fue más rentable que en otros sitios.

Lo que se debe hacer es algo que en España no hacemos: política activa de empleo"

Pero ahora el problema es de dos tipos: en primer lugar, los robots son más baratos con lo cual van a entrar en muchos más sitios que antes no podían porque no eran rentables, y en segundo lugar porque hay otro tipo de automatización con que pueden empezar a hacer cosas que ya son propias de un ser humano: buscar patrones, desarrollo de lógicas, etcétera. Cuando aparece esta nueva automatización ya empieza a afectar a otros tipos de trabajo, no solo el rutinario y efectivo. Y este es el riesgo que existe para otros tipos de trabajadores.

¿Y qué hacemos con estos "perdedores"?
Es el gran problema y el gran dilema. Evidentemente lo primero que debemos hacer es algo que en España no hacemos: política activa de empleo. España es el país de Europa donde mayor tasa de desempleo tenemos y los que menos recursos dedicamos a reciclar a estos trabajadores. Hacemos políticas de empleo deficientes y que están muy mal estructuradas. En tercer lugar evitar que las nuevas generaciones vengan ya con este problema incluído, hay que preparar estas generaciones de manera diferente, que estén capacitadas para aceptar el cambio, que entiendan que cada poco tiempo se van a tener que reciclar. En definitiva, tenemos que reorganizar nuestro sistema educativo.

¿Estamos preparados como sociedad para afrontar los costes del cambio tecnológico?
Algunas sociedades lo están más que otras. En España yo soy relativamente pesimista, somos una sociedad que no tenemos la economía más industrializada ni tecnológica del mundo, pero tampoco somos del tercer mundo. Invertimos poco, tenemos poca cultura tecnológica y cuando aparecen estas nuevas tecnologías siempre tendemos a ver lo peor: el conflicto del taxi con Uber es un ejemplo claro.

Manuel Hidalgo Economista - Sergi Alcàzar

Aquí la cuestión no es enfrentarse al cambio tecnológico, y las sociedades deben empezar a entender que nuestro futuro se basa en aceptarlo, y que no se trata de aceptarlo sin más, hay que hacer políticas de empleo para reciclar, políticas de redistribución, etcétera, pero no enfrentarse a ello. Ahora me da la sensación de que en España estamos por otras cosas y entretanto el tsunami se va acercando.

¿Qué países deberíamos tomar como modelo?
Hay muchos. Países que no solo han aceptado el cambio sino que lo lideran: Japón, China, Finlandia, Estonia, Alemania... Son países que tienen empresas que invierten mucho en I+D, cosa que aquí no hay tantas, y además la automatización y robotización han alcanzado niveles elevadísimos. No hay desempleo, no hay graves problemas sociales...

¿Y el gobierno español apuesta por este cambio?
La agenda política ahora mismo no nos lleva por ahí. Un político me dijo una vez que ellos están por estas cosas y sí que hay una conciencia clara a dedicar esfuerzos a esta cuestión, pero no es la dinámica política, la agenda marca otra ruta y al final terminamos no hablando de esto.

El problema del paro en España no tiene absolutamente nada que ver con la tecnología"

¿Qué haría usted si fuera ministro de Trabajo?
Perdería las elecciones seguro. El problema es que un ministerio no puede solo, tendría que haber cooperación entre todos los ministerios, una política transversal entre todas las administraciones públicas, todas la comunidades autónomas, los sindicatos... Un pacto de estado en todas las dimensiones, porque nos lleva a todos a sacar lo mejor del cambio tecnológico en el país. Esto ahora mismo es literalmente imposible, aunque sería lo óptimo.

En una economía como la española con un desempleo de más del 16%, muy alto para una economía avanzada, ¿qué hacemos si además se añade desempleo por la disrupción tecnológica?
Es la gran pregunta. El problema del desempleo en España no tiene absolutamente nada que ver con la tecnología. De hecho los países más robotizados son los que tienen menos desempleo; parece paradójico, ¿verdad? Para solucionar el problema del desempleo lo que se debe hacer es actuar sobre las causas de éste.

El perdedor del cambio tecnológico no se irá al paro, se irá a un empleo precario"

Entonces, ¿la revolución tecnológca traerá más empleo?
Sí.

¿Más del que puede llegar a destruirse?
Sí.

¿De qué tipo?
Ahí es donde tendremos el problema. Una parte de ellos, tecnológicos. Otros no, para bien. Y otros no, para mal. Es decir, habrá mucho más empleos tecnológicos, muchos más empleos cualificados no asociados directamente a la tecnología, más humanos, sociales, etcétera, y luego habrá empleos donde acabarán cayendo aquellas personas que hemos nombrado como los perdedores. El perdedor del cambio tecnológico no se va a ir al desempleo, se va a ir a un empleo precario, y eso es lo que debemos tratar de evitar.

Manuel Hidalgo Economista - Sergi Alcàzar

En una entrevista decía que ahora es más optimista que cuando empezó a escribir el libro. 
Sí, porque antes de escribirlo tenía tratos con algunos políticos pero sobre otras cosas. Cuando empecé a escribirlo empecé a imaginar estas conversaciones y pensaba que me dirían que ahora esto no les importaba. Sin embargo, hablando con ellos, realmente he visto que está en su agenda, y esto para mí esto es un soplo de aire fresco. La cuestión es que necesitamos tiempos tranquilos para los políticos para poder llevar a cabo esta agenda.

Cito a Sala-i-Martín: "Si los robots hacen las tareas que nos deshumanizan, es una buena oportunidad para ser más humanos".
Totalmente de acuerdo. Todo robot que haga algo que sea penoso para el ser humano, bienvenido sea. Siempre podemos pensar en los robots que desactivan bombas. Es un ejemplo extremo, pero se entiende.

¿Los medios de comunicación han influido a este catastrofismo con el que la sociedad ve el cambio tecnológico?
Sí, ahora os voy a hacer una crítica: os gusta tener un buen titular. Yo les digo a mis alumnos: si tienes un perro color canela y quieres que salga por la tele, como no lo pintes de verde no va a salir por la tele. Quiero decir que las noticias tienen que enganchar, y los titulares grandilocuentes llenan. Pero poco a poco algunos como yo vamos rebatiendo el mensaje.