Ante el aumento imparable de los precios de la electricidad los últimos meses, la Cambra de Barcelona ha reclamado este lunes revisar al modelo de formación de precios del mercado eléctrico regulado con el fin de intentar frenar la escalada de precios en la factura de la luz de los consumidores, recordando que el pasado 7 de octubre se alcanzó un precio medio de 288,53 € el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista y superó por primera vez a la historia la barrera de los 300 euros/MWh entre las ocho y las nueve de la noche.

Ahora bien, la corporación alerta que aunque el mercado mayorista ha aumentado el precio de la luz de forma más o menos homogénea en toda Europa, el caso del mercado minores es otra historia. Concretamente la Cambra alerta de la volatilidad de los precios de la electricidad en el Estado en comparación con el conjunto de la zona euro, atribuyéndolo al funcionamiento del sistema de formación de precios dentro del mercado regulado español y, al mismo tiempo, a la mayor presencia de consumidores en este segmento en comparación con la mayoría de economías del entorno.

Es por eso que desde la entidad reclaman revisar y reformar el sistema de formación de precios para evitar "la elevada transmisión" de los precios del mercado mayorista en el pequeño consumidor y las empresas por|para así, al mismo tiempo, reducir también la incertidumbre de los agentes económicos.

Propuestas a corto y medio plazo

Además de alertar de este problema, desde la Cambra han propuesto algunas medidas que evitarían esta volatilidad. En primer lugar, aseguran que algunas de las medidas aprobadas recientemente por el Gobierno al respecto, como la reducción del IVA y el impuesto especial a la electricidad o la suspensión temporal del impuesto de generación de la electricidad apuntan en la buena dirección, aunque consideran que, además, son necesarias medidas que solucionen la raíz del problema y no solo sirvan para contener la actual escalada de precios a corto plazo.

Concretamente, la entidad presidida por Mònica Roca propone cuatro fórmulas con el fin de contener esta escala de precios. En primer lugar, rediseñar el sistema de formación de precios del mercado eléctrico regulado con el objetivo de reducir la elevada transmisión a corto plazo de los precios mayoristas al consumidor y las empresas. Eso permitirá reducir episodios de elevada volatilidad y reducir la incertidumbre de los agentes económicos, como lo que vivimos actualmente. En segundo lugar, proponen disminuir las barreras de acceso a contratos con un horizonte de precios de medio y largo plazo por parte de los pequeños consumidores y las empresas con un elevado volumen de demanda.

La tercera propuesta es impulsar medidas fiscales más selectivas para atenuar el impacto de aumentos repentinos del precio de la electricidad y recuerdan que en la situación actual de fuerte aumento de la deuda pública, es prioritario impulsar medidas que beneficien en mayor medida los consumidores y empresas especialmente vulnerables. Por último, reclaman trasladar, en la medida del posible, los cargos fijos a variables en la factura de la luz, con el fin de incentivar el comportamiento eficiente y de ahorro energético de los usuarios.

Riesgos y posibles afectaciones

Visto este contexto, hay que recordar que hay varios riesgos, a medio y corto plazo, que pueden acabar afectando al precio de la electricidad. En primer lugar, existe el riesgo de que los elevados precios de la electricidad en el mercado mayorista se encarezcan todavía más a corto plazo, hecho que, con el modelo vigente de formación de precios, se traduciría en un fuerte aumento de la factura para|por los consumidores, alerta la Cambra.

En segundo lugar, el cierre del gasoducto del Magreb, que conecta Argelia con la península Ibérica atravesando Marruecos, podría suponer una reducción del suministro. Aunque el pasado día 30 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, anunció que Argelia, que proporciona más del 40% del gas natural que se consume en España, garantizaría sus exportaciones. Sin embargo, desde la Cambra consideran que parece difícil que se pueda asegurar un volumen de gas suficiente si se utiliza únicamente el gasoducto Medgaz, que conecta Argelia con la Península y es de menor capacidad que el del Magreb, complementada con el transporte por barco.

El último riesgo que podría hacer subir, todavía más, el precio de la electricidad en España es que en las próximas semanas están programadas paradas de recarga de combustible en los reactores nucleares de Ascó I, Almaraz y Cofrentes. Estas paradas duran uno mes aproximadamente y si se mantienen los calendarios, coincidirán a noviembre. Ahora bien, el problema real no es que los tres reactores se detengan, sino que si tenemos en cuenta que proporcionan casi el 45% de la potencia nuclear del Estado, es muy probable que la producción eléctrica con centrales de ciclo combinado se tenga que incrementar durante este periodo, que provocaría un aumento del consumo de gas y agravar la escalada de los precios de la electricidad.

Por último, la Cambra avisa de que no se puede obviar la posibilidad de que el invierno en Europa sea especialmente frío, lo que generaría un aumento de la demanda de gas para producción eléctrica y calefacción. En un escenario cada vez más plausible, la falta de suministro podría traducirse en un incremento adicional de los precios del gas y, por lo tanto, de la electricidad, aseguran.

Impacto sobre el tejido empresarial

Este incremento del precio mayorista de la electricidad, como ya hemos dicho, también está afectando los pequeños consumidores y empresas, pero está teniendo un impacto asimétrico entre sectores económicos y dimensión empresarial. En el caso de los sectores intensivos en consumo eléctrico, como las industrias extractivas o las manufacturas de bienes intermedios el peso de la factura eléctrica el coste total está siendo más elevado.

Este hecho se suma que en el Estado los consumidores intensivos en consumo eléctrico tienen muchas dificultades de acceso a contratos de precios más estables a medio y largo plazo y sitúa las empresas de estos sectores en una situación de especial vulnerabilidad.

Con respecto a la dimensión de las empresas, desde la Cambra apuntan que las pequeñas también se ven limitadas a la hora de formalizar contratos con las comercializadoras a medio y largo plazo por dos principales motivos. En primer lugar la mayor proporción de empresas pequeñas adheridas al mercado regulado y por|para la menor capacidad de negociación contractual.