Revisión internacional y española sobre los efectos económicos del caso catalán. Tras el 1-O, las alarmas sobre la economía catalana se despertaron con la aceleración de la vía independentista y la intervención de la autonomía, lo que provocó anuncios negativos por parte de varios organismos a distintos niveles, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tan solo unos días después del referéndum del 1 de octubre, el organismo internacional advirtió de las graves consecuencias de la crisis constitucional en las economías catalana y española, y emplazaron a los interlocutores políticos a debatir sobre ello, lo que provocó una revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento. Ahora, el mismo FMI se corrige y ha asegurado que el impacto del caso catalán fue "menor" de lo esperado.

Así lo aseguró el director adjunto del Departamento de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi-Ferretti, quien en declaraciones a la agencia Efe expuso que hubo "un menor impacto de la incertidumbre sobre Catalunya" en relación a los pronósticos realizados por el organismo. En este sentido, se ha remarcado que el crecimiento de Catalunya ha sido "modesto", una "buena notícia" en relación a lo que se predijo.

De esta forma, las malas perspectivas apuntadas desde el pasado octubre se han corregido ahora, lo que deja esos malos augurios en papel mojado. Lo mismo ha ocurrido en las últimas horas con la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ayer cifró en una décima de crecimiento del PIB el impacto de la crisis catalana en la economía española, por debajo de las previsiones para el último trimestre de 2017.

En relación a las perspectivas de déficit en cuanto al caso catalán, la AIReF cree que es "factible" que cumpla con el objetivo de estabilidad del 0,4%, pero habría un ''riesgo moderado de incumplimiento" del objetivo del 0,2%. Una revisión que da aire a las preocupaciones surgidas desde el referéndum del 1-O y el cambio de sede de empresas catalanas posterior a la crisis.