El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha celebrado los buenos resultados de la entidad durante el ejercicio del 2017. Durante la rueda de prensa de presentación del ejercicio 2017, Gual ha comentado la decisión de cambiar la sede de Barcelona a Valencia y ha asegurado que "cuando trabajas en un banco, tienes que separar la parte emocional" de la racional.

Los resultados presentados hoy sitúan los beneficios del banco en 1.684 millones de euros, el resultado anual mayor de la historia de CaixaBank. Estos resultados se atribuyen principalmente a la buena actividad que ha tenido en España, que ha aumentado en un 44,1%.

De Barcelona en Valencia, sin billete de retorno

"Una entidad financiera está obligada a proteger a sus clientes", explica Gual, preguntado por la fuga de CaixaBank a Valencia. "Fue una decisión difícil pero acertada por el momento que vivíamos". Asegura que "entiende" a aquellos clientes que se pudieran sentir heridos por la decisión, pero afirma que "cuando diriges una entidad financiera, más allá de las cuestiones emocionales también hay que garantizar la liquidez" de las acciones.

Preguntado de qué manera enfocan la situación catalana, el presidente de la entidad ha asegurado que "si el entorno político-institucional se tranquilitza, y no tenemos por qué pensar el contrario, creemos que este año seguirá el buen ritmo del 2017". De todos modos, Gual también ha dicho que no quiere "entrar en discusiones políticas" pero que "siempre hemos defendido la vía del diálogo". "Tenemos la confianza en que los interlocutores encontrarán vías de acuerdo", ha expresado.

Por su parte, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, preguntado por si tienen algún plazo para volver a Barcelona, ha dejado claro que CaixaBank ha "modificado la sede social pero también la fiscal". En este sentido, ha dicho que CaixaBank "despliega toda la actividad por todo el territorio español, y ahora, con BPI -la filial portuguesa-, también en toda la Península Ibérica".

Preguntado por si la caída del 0,2% de los depósitos entre septiembre y diciembre de 2017 tenía que ver con la crisis política catalana, Gortázar no se ha mojado y ha asegurado que no es una cifra significativa, y que "el dibujo de cara en el 2018 hace muy buena pinta".

Respecto de las declaraciones polémicas de Alcaraz sobre los desahucios, Gual ha contestado por él asegurando que "ya se disculpó" y que las palabras que dijo "no encajan con la filosofía de responsabilidad social del banco".

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