La Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) ha acusado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de "subordinarse" a los intereses del Gremio de Restauración con el nuevo pacto sobre las terrazas. Según los vecinos, el Ayuntamiento ha cedido a las presiones de los restauradores, consolidando "la privatización del espacio público". Además, los vecinos consideran que no se los ha tenido en cuenta en la decisión final, acusando el pacto de "bilateral", y por este motivo congelan su participación en la Comisión Técnica de Terrazas porque no quieren "legitimarlo".

¿Cómo será la nueva ordenanza de terrazas?

Después de más de un año de debate, la ordenanza de terrazas en la ciudad de Barcelona contemplará algunos cambios que se aplicarán a partir de su aprobación, a principios de año.

La propuesta se basa, según el Ayuntamiento, a "regulaciones generales para toda la ciudad y al mismo tiempo se adapta a la singularidad de los distritos, e introduce cambios para equilibrar el uso del espacio público, garantizar la accesibilidad y asegurar una buena gestión de las terrazas". Algunos de los puntos destacados de la modificación son: la ubicación de las terrazas delante del local, con opción de ampliación del espacio si está justificado; las distancias con el mobiliario público son orientativas y el libre paso de 1,80 metros se puede reducir a 1,50 en caso necesario; y se mantienen los horarios actuales de apertura, de domingo a jueves, de 8:00 a 0:00h, y viernes y vísperas de festivos, de 8:00 a 01:00h, entre otras cosas. Además, como a punto importante, la ordenanza se acoge a una flexibilidad de la aplicación, distinguiendo entre 'zonas de excelencia' y 'zonas de criterios territoriales'.

Según la FAVB, sin embargo, esta modificación es un "atentado" al derecho a la accesibilidad, ya que flexibiliza las distancias entre los elementos públicos y las mesas. Respecto del mantenimiento de los horarios actuales, ha advertido que conculca el derecho a la salud y al descanso y que prima los grandes operadores, que serán los únicos, dicen, que podrán cumplir los requisitos para formar parte de los renombres 'zonas de excelencia', una figura reservada para determinadas áreas de la ciudad.

En definitiva, la FAVB ha criticado que el gobierno municipal consolide un modelo laboral "precario", y ha lamentado especialmente que se acabe con las ordenaciones singulares, donde precisamente los vecinos podían decir la suya a la hora de regular cada zona. "Ocuparán mucho más espacio y habrá muchas más terrazas", concluye la federación.