Las previsiones de crecimiento del PIB decían que la economía no subiría tanto como se preveía, pero las previsiones solo son eso, previsiones, y en el caso de Catalunya han fallado. Según ha publicado este lunes el Idescat, durante el tercer trimestre, el PIB catalán ha crecido un 4,1% con respecto al mismo periodo del año pasado, lo que supone un 0,7% más del previsto. Con respecto a la comparativa con el Estado, Catalunya ha crecido casi 1,5 puntos más que España, que se ha quedado en un aumento del 2,7% del PIB y al mismo nivel que la media europea. En términos intertrimestrales, Catalunya se ha quedado en el 1,3%, un poco por debajo de la media española, que se ha situado en el 2%.

Con respecto a los componentes de la demanda, la demanda interna crece un 4,2%, con una evolución al alza de todos sus componentes. Destaca el aumento registrado por el consumo de los hogares (3,2%), que devuelve a valores más moderados en contraste con la extraordinaria evolución del trimestre anterior (21,9%), condicionado porque el año pasado el segundo trimestre estuvo marcado por el confinamiento domiciliario de la primera ola. Esta dinámica se explica por la mejora de las ventas al comercio al detalle, la restauración y las actividades turísticas (transporte aéreo, hostelería, etc.), la cual se ve suavizada por dos factores que han restado intensidad en esta recuperación: la reducción de las ventas de algunos productos como la automoción, por|para los problemas de suministros de las cadenas mundiales, y el incremento generalizado de los precios, que ha restado capacidad de compra a las familias.

Se recupera el comercio

La formación bruta de capital es el componente más dinámico de la demanda interna con una tasa interanual del 8,9%, a consecuencia del fuerte incremento de la inversión en bienes de equipo (14,2%), que refleja la dinámica creciente de las importaciones de material de transporte y, en menor medida, de maquinaria. Asimismo, el crecimiento de la inversión en construcción se mantiene en valores positivos (1,7%), todo y que inferiores a la recuperación que mostró el trimestre anterior (20,0%). Finalmente, el consumo de las administraciones públicas sigue manteniendo tasas positivas y registra una tasa de variación de un 2,6%.

Con respecto al sector exterior, las exportaciones totales al extranjero se han incrementado un 10% interanual. Esta mejora se explica, por una parte, porque las exportaciones de bienes y servicios han aumentado un 8,7%, principalmente por el incremento de las ventas exteriores de actividades como la metalurgia, la maquinaria y la química, entre otros, aunque la rama de producción de vehículos de motor ha experimentado por primera vez una caída de sus exportaciones en el último año, que se podría explicar por la crisis de semiconductores que está provocando que la capacidad de producción sea menor. Por otra parte, la progresiva normalización de la situación sanitaria, entre otros elementos, ha hecho posible una clara mejora del turismo extranjero y, en consecuencia, el consumo de los extranjeros en el territorio ha aumentado un 37,8% respecto del año anterior.

Se recuperan todos los sectores

Desde la óptica de la oferta, hay que remarcar la recuperación de la actividad económica de todos los sectores. En este sentido, la industria muestra un aumento de la actividad (2,7%), si bien este es inferior al crecimiento extraordinario del trimestre anterior (17,4%). Las ramas que más han contribuido a alcanzar este resultado son las de la química y la metalurgia. En cambio, la producción de vehículos de motor muestra una evolución negativa, coherente con la reducción que han experimentado sus exportaciones.

El sector servicios crece en términos interanuales un 5,3% en su conjunto, y consolida una intensa recuperación por segundo trimestre consecutivo. Las actividades que experimentan un mayor crecimiento son las agrupadas dentro del comercio, transporte y hostelería (12,0%), concretamente las del transporte aéreo, la hostelería, la restauración y el almacenaje y actividades afines al transporte. Por su parte, las ramas de actividades inmobiliarias, profesionales y de otros crecen a una tasa interanual del 1,8%, con un importante avance de las actividades de alquileres, las actividades relacionadas con el empleo, las de publicidad y los servicios jurídicos. Finalmente, la administración pública, educación, sanidad y servicios sociales mantiene un crecimiento de un 4%.

Con respecto a la construcción, presenta una tasa interanual del 0,5%, en contraste con sus resultados del trimestre anterior (21,9%). En cambio, el sector agrario alcanza una variación interanual positiva del 3,2%, que representa una mejora respecto de trimestres anteriores.