El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves las nuevas recomendaciones del Pacto de Toledo, tras cuatro años de negociación repartidos en tres legislaturas. Su contenido deberá ser la guía de la futura reforma de las pensiones.

La portavoz socialista, Mercé Perea, ha reivindicado el nuevo pacto como "punto de encuentro" de los "diferentes modelos" defendidos por cada formación, pero ha dejado claro que supone la derogación 'de facto' de las "reformas neoliberales" y "marca líneas rojas" para rechazar un sistema de capitalización de pensiones privadas.

El acuerdo en el Pacto de Toledo pone fin a un camino iniciado en otoño de 2016, hace dos legislaturas, cuando bajo la presidencia de la 'popular' Celia Villalobos en la Comisión el Congreso inició el proceso para renovar las recomendaciones hacia una nueva reforma de pensiones que garantizara la sostenibilidad del sistema.

Grupos a favor

Las recomendaciones han sido aprobadas con los votos del PSOE, el PP, Unidas Podemos, Junts, el PNV, Más País-Equo, UPN, Compromís, Nueva Canarias, Coalición Canaria, Foro Asturias, el PRC y Teruel Existe. Sólo han votado en contra los dos diputados anticapitalistas de la CUP, mientras que Vox, Esquerra Republicana, EH-Bildu, Foro Asturias y el BNG han decidido abstenerse.

La renovación de este texto ha sido avalada en los términos aprobados por la Comisión, al rechazar el Pleno los votos particulares presentados por el PP, ERC, Cs, EH-Bildu, Más País-Equo, Compromís y el BNG

"Solamente con la suma de ambos consensos, político y social, podremos adoptar medidas eficaces que solucionen de forma duradera los importantes desafíos a los que se enfrenta hoy nuestra Seguridad Social", ha manifestado la presidenta de la Comisión, Magdalena Valerio, que ha emplazado ahora el acuerdo entre Gobierno, organizaciones sindicales y patronales.

Concenso entre las formaciones

"Una manera de entender la política", así ha definido Genís Boadella, diputado de Junts per Catalunya, el acuerdo, aún y con las "diferencias ideológicas profundas existentes" entre los grupos. Por su lado, Tomás Cabezón, portavoz del PP en la Comisión, ha celebrado un acuerdo en "lo fundamental, en la defensa del sistema público de pensiones, del cual nos sentimos orgullosos".

Aina Vidal (En Comú) ha reivindicado la necesidad de convertir el acuerdo en reformas y leyes y para eso cree necesario que "siga presión en la calle".

Sostenibilidad del sistema

El portavoz de Esquerra Republicana en la Comisión, Jordi Salvador, se ha mostrado "orgulloso" por "demostrar que el sistema es sostenible", lo que a su juicio acredita que "no están justificadas las reformas a la baja". Y es que, ha señalado, durante los trabajos de la Comisión se calculó que, de no haber dedicado a gastos impropios los excedentes del sistema, hoy tendría 519.104 millones, "más que suficiente" para afrontar cualquier dificultad presente o futura. 

"El sistema de Seguridad Social no es generoso. ¿Qué hay de generoso en pensiones de 400 euros?", se ha preguntado Iñaki Ruiz de Pinedo (EH Bildu), quien ha rechazado que el sistema público de pensiones se enfrente a un "problema demográfico". "No es una cuestión demográfica, sino económica", ha aseverado.

Finalmente, han votado en contra Vox y la CUP, estos últimos advirtiendo de que el informe "abre la puerta a recortes" que, han augurado, vendrán exigidos por la Comisión Europea a cambio de los fondos europeos, ha anticipado su diputado Albert Botran. "Si no hacemos reformas estructurales, nos vendrán impuestas desde fuera", ha secundado el diputado de Vox Pablo Sáez, que cree que el nuevo Pacto "es un engaño sobre la sostenibilidad del sistema".