La compraventa de vivienda en Catalunya cayó un 18,5% en 2020, una bajada provocada sobre todo por el paro de la actividad inmobiliaria durante los primeros meses del estado de alarma. En concreto, y según datos publicados por el colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), en Catalunya se registraron 65.904 compraventas en el 2020, una cifra que se traduce en la caída más acentuada de los últimos cuatro años. No obstante, el precio medio de la vivienda en Catalunya se incrementó un 1,54% con respecto al ejercicio anterior. En este sentido, el colegio de API cree que la recuperación del sector se consolidará a partir del segundo trimestre de este 2021, cuando está previsto que el número de operaciones supere los niveles previos a la crisis de la Covid.

De hecho, los agentes de la propiedad inmobiliaria han destacado que los datos registrados al cuarto trimestre invitan al optimismo. Durante la presentación del informe 'Compraventas inmobiliarias en la nueva normalidad', presentado este jueves de forma telemática, los representantes del sector han señalado que, entre octubre y diciembre, en Catalunya se registraron 17.513 compraventas. Eso se traduce en un crecimiento del 15,3% con respecto al trimestre anterior y representa una caída de tan sólo el 4,5% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, el último trimestre previo a la declaración del estado de alarma.

"Creemos que el sector no ha salido maltrecho del cuarto trimestre, más bien el contrario; los resultados han sido sorprendentemente positivos", ha destacado al consejero delegado de Gamerin y encargado de hacer la presentación, Luis Fabra. Por otra parte, el directivo ha celebrado la evolución de los precios, un dato que hace pensar en una recuperación rápida del sector. Fabra ha indicado que la situación empieza a ser preocupante cuando los precios de la vivienda caen por encima del 5%, momento en que los clientes aplazan sus compras a la espera de que el precio siga bajando.

Barcelona, la ciudad con más afectaciones

Barcelona fue la capital de provincia donde más se redujo la compraventa de vivienda. Durante el año 2020, la ciudad registró una caída del 26,5% en el volumen de operaciones, con un total de 10.277 compraventas. La bajada en Tarragona también fue acentuada, concretamente del 24,6% interanual, con 1.221 compras. En Girona, la cifra de compraventas llegó a las 834, un 16,6% menos con respecto al ejercicio anterior, mientras que en Lleida se registraron 1.138, un 16,9% menos en términos interanuales.

Parte de la reducción del número de compraventas se debe a una cierta pérdida del peso relativo de las capitales con respecto al conjunto de la provincia. Según los datos presentados, en 38 de las 50 provincias españolas se ha dado esta tendencia, donde los compradores han optado por adquirir viviendas en municipios situados en las áreas metropolitanas en vez de la capital.

La crisis de la Covid también ha intensificado la preferencia por viviendas de más superficie y que cuenten con espacios abiertos, como terrazas o jardines. La superficie media de las compraventas de vivienda libre durante el 2020 fue de 101,6 metros cuadrados, mientras que por las viviendas de segunda fue de 93,5 metros cuadrados, una cifra superior a los registros del ejercicio anterior. Según los últimos datos, los hogares unifamiliares representan un 20,2% del total de las compraventas en Catalunya, un nuevo máximo histórico.

Con respecto al precio de la vivienda en las capitales de provincia, este se ha incrementado por encima de la media del país. En Barcelona, el precio medio ha crecido un 1,1% situándose en 4.176 euros por metro cuadrado. En la ciudad de Girona el incremento ha sido del 9,8% interanual, llegando a los 2.086 euros por metro cuadrado –el máximo de los últimos siete años-, mientras que en Tarragona los precios se han situado en los 1.476 euros por metro cuadrado, un 14,1% más con respecto al ejercicio anterior. Finalmente, los precios en Lleida han registrado el máximo de los últimos siete años, con un importe medio de 1.252 euros por metro cuadrado, un 15,8% más en comparación con el 2019.