Camil Ros, el líder de UGT de Catalunya, no renunciará a la derogación de la reforma laboral ni a la subida del salario mínimo. El líder ha reafirmado su posición durante el 16.º congreso del sindicato que tiene lugar durante los días 16 y 17 de diciembre, en el que está prevista la reelección de la candidatura de Camil Ros como secretario general.

Ros ha dicho que la pandemia no hará que "renuncien" a las reivindicaciones de acabar con la reforma laboral y del sistema de pensiones del PP o reclamar la reducción de la semana laboral y la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) como "política de reactivación económica".

"El mensaje a la sociedad tiene que ser claro: cien euros en los bolsillos de los trabajadores dinamizan la economía y, si van a parar a los beneficios de las empresas, acabarán en Dubái o Panamá", ha dicho. También ha advertido que hará un llamamiento a salir a la calle si, en unos meses, se plantean nuevos recortes en los servicios públicos.

Durante el congreso que tiene lugar los días 16 y 17 de diciembre en el Palau de Congressos de Barcelona, está previsto que Camil Ros salga reelegido como a secretario general y de Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, como presidente, visto Ros ha dicho no tener "constancia" de otras candidaturas alternativas. Los miembros electos del 16º congreso se conocerán mañana 17 de diciembre a las 16h de la tarde. Durante la primera jornada del congreso, el 73% de los delegados han mostrado su apoyo a la gestión de Ros durante los últimos cuatro años de secretariado nacional.

Respuesta de UGT a la pandemia

Durante estos últimos meses de Covid el sindicato "ha sabido dar respuesta a la pandemia", según Ros, que ha asegurado que si ha habido "EPIS" en muchos centros de trabajo y elementos importantes de los acuerdos de los ERTE como los trabajadores incluidos mantengan el contador del paro cero es "gracias a la UGT".

Además, ha criticado al Govern por su falta de respuesta a la epidemia y su división interna. Después de las elecciones del 14-F, Ros ha dicho que espera que se pueda empezar un nuevo periodo político. "En Catalunya tiene que haber un nuevo ciclo basado en políticas sociales, de reactivación económica y de diálogo con el Estado para encontrar una solución política", ha dicho.

Contexto independentista

En su discurso de presentación del informe de gestión, que los delegados votarán esta tarde, Ros ha hecho referencia varias veces a las fricciones internas y las presiones externas que se generaron por culpa del procés independentista. "Fue difícil, pero tenemos el convencimiento de que lo hicimos bien", ha asegurado.

Al mismo tiempo, ha querido hacer un recuerdo a la exconsellera de Treball Dolors Bassa."Mucha gente ha sufrido, especialmente los delegados de la UGT de las comarcas de Girona", donde militaba Bassa, encarcelada por el juicio del 1-O. Ros ha tenido recuerdo por "la compañera y amiga" en la prisión y ha reivindicado que "gracias a su persistencia" se aprobó la renta garantizada de ciudadanía.

Tres años después, Ros ha celebrado que los trabajadores se acerquen a la UGT por lo que hace y no por sus ideas políticas. "Ahora se puede decir que hemos conseguido que en Catalunya se escoja un sindicato por el resultado de sus políticas sindicales y no por su posicionamiento político partidario", ha dicho.

La UGT también ha reconocido haberse sentido sola en algunos momentos, como en el caso de la manifestación contra la sentencia del procés, en el que Ros asistió, pero el máximo dirigente de CCOO, Javier Pacheco, no lo hizo.

Congresos de UGT

La renovación de los cargos del sindicato ahora permitirá poder participar del congreso que se tiene que hacer a nivel confederal a la primavera y donde Josep Maria Álvarez también espera renovar su cargo como secretario general a todo el Estado. Precisamente, Ros ha alabado el papel del anterior dirigente de la UGT catalana durante "los momentos más difíciles del 2017" cuando "las organizaciones que queríamos trabajar para que hubiera diálogo en todos sitios se nos miraba mal".

El congreso que se celebra en Catalunya durante estos dos días prevé la asistencia de 400 delegados entre hoy y mañana y ha ido una representación institucional muy reducida para respetar las medidas sanitarias de prevención de la Covid. El primero de tomar la palabra ha sido Jaume Collboni, teniente de alcaldía de Barcelona, que formó parte de la dirección estatal de la UGT durante 7 años.

Collboni ha propuesto sacar adelante "un pacto de la región metropolitana de la ciudad en favor de la industria de la movilidad" para volver a situar la capital catalana como la "fábrica de España". "En este país y en esta ciudad fabricamos coches y trenes y continuaremos", ha dicho.

El conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani, también ha sido invitado al acto y ha dicho que "es extraño estar en un congreso de la UGT como invitado", ya que él fue secretario de organización y portavoz de Asonada - Jóvenes de la Unión General de Trabajadores (UGT).

El titular de Trabajo ha reconocido la importancia de tener "un sindicalismo de clase fuerte" y ha animado a los sindicalistas a "forzar" los que tienen responsabilidades a actuar. "Necesitamos que tiréis", ha pedido. "Una salida de esta crisis que sea justa y que mire por todo el mundo no se puede hacer sin el sindicalismo de este país, y no se puede hacer sin la UGT de Catalunya", ha concluido.