La Cambra de Comerç de Barcelona, en la línea de todos los organismos económicos estatales e internacionales, ha vuelto a rebajar las previsiones de crecimiento para la economía catalana hasta el 4% por este 2022 y al 2,6% de cara al 2023. En su informe trimestral sobre la coyuntura económica de Catalunya, presentado por la presidenta Mònica Roca y el jefe del gabinete de estudios económico, Joan Ramon Rovira, la corporación avisa de que a pesar de esta revisión a la baja de las expectativas, la economía catalana seguirá creciendo, pero que se ralentizará el ritmo de convergencia con los niveles prepandemia sin llegar a una situación de estanflación o recesión.

Según ha explicado Rovira, el motivo principal del cambio en el escenario macroeconómico es el debilitamiento del consumo real de las familias, que se explica por un diferencial más persistente del esperado entre el aumento de los precios y el crecimiento nominal de los salarios. Así, para el 2022 y 2023 prevemos un aumento del consumo real de las familias del 3,1% y del 1,7%, respectivamente, lo que supone un descenso de 1,5% (2022) y 1,6% (2023) en relación con las previsiones anteriores. A pesar de eso, el dinamismo del mercado laboral y el ahorro embalsado compensarán, en parte, la pérdida de capacidad adquisitiva de los hogares durante los trimestres que vienen. A pesar de la desaceleración esperada de la actividad, una conclusión importante del informe de la Cambra es que estas previsiones no prevén que la economía catalana entre en un contexto de estanflación o ausencia de crecimiento económico con elevadas tasas de inflación, en el medio plazo, pero siempre teniendo en cuenta que Rusia no cortará de forma drástica el suministro de gas a Europa. En caso de hacerse efectivo este riesgo, la economía europea podría entrar en recesión y habría que revisar extremadamente a la baja las previsiones de crecimiento de Catalunya.

 

Moderación de la inflación

Una de las principales amenazas para la economía catalana es que la inflación siga en cotas elevadas en los próximos meses, ya que provocaría una ralentización todavía más pronunciada de la actividad. En este contexto, la Cambra considera que este año seguirá aumentando la inflación, situándola en el 7,5% por término medio en el 2022, pero que de cara a 2023 esta cifra se moderará hasta el 2,9%. Ahora bien, en este punto volvemos a recordar que las expectativas para la economía son muy inciertas de cara el invierno por el aumento de los tipos de interés de los principales bancos centrales para intentar contener la inflación. Ahora bien, por otra parte, también se tiene que tener en cuenta que la cotización de las principales materias primas, a excepción del gas, y el precio a futuro del petróleo Brent han flexionado a la baja, hecho que tendría que permitir una moderación gradual de la inflación durante el 2023. De hecho, son estos dos elementos los que explican la revisión a la baja de la inflación prevista a Catalunya para el 2023 (2,9%), en comparación con las predicciones del pasado mes de abril (4,0%).

Un aspecto adicional a destacar del nuevo informe de la Cambra, y que es consistente con una reducción de las previsiones inflacionistas a medio plazo, es que el crecimiento de los salarios nominales pactados en convenios el año 2022, que ha sido del 2,3% hasta junio, no están aumentando de forma destacable. Además, tampoco se observa un aumento significativo de los trabajadores con contratos con cláusulas de revisión salarial hasta junio. A pesar de eso, sí que se detecta un cambio en la distribución de los trabajadores en convenios colectivos hacia los tramos de incrementos salariales más elevados: el porcentaje de trabajadores con aumentos salariales superiores al 3% ha pasado del 6,4% en junio de 2021 al 21,3% en junio de 2022.

La ocupación, en máximos históricos

Otro de los aspectos que permite mantener las expectativas de crecimiento elevadas es la situación del mercado laboral, ya que la ocupación en Catalunya está en máximos históricos y la tasa de temporalidad se reduce gradualmente, de hecho actualmente Catalunya tiene 3,6 millones de afiliados a la seguridad social, la mejor cifra nunca registrada. De hecho, este mes de junio el crecimiento de las afiliaciones ha sido del 4,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, hay que tener en consideración el incremento del empleo público a la sanidad, la enseñanza y la administración pública (de un 3% interanual), que sigue contribuyendo positivamente a la creación de empleo durante la primera mitad del 2022. En relación con la calidad del mercado de trabajo, es importante destacar que ha disminuido el peso de la contratación temporal desde la entrada en vigor de la Reforma Laboral en enero de 2022. A junio de 2022 el 54% de los contratos son temporales, mientras que un año antes eran el 87% (gráfico). No obstante, hay que matizar que una parte de la temporalidad se está ajustando por la vía de los contratos fijas discontinuos, como pone de manifiesto el extraordinario incremento de este tipo de contratos, del 62% en junio, aunque también están creciendo las afiliaciones con contrato indefinido a tiempo completo (6,8%).