El Congreso de Diputados ha tumbado los presupuestos de Pedro Sánchez, dejando el Estado sin cuentas para el 2019 y vertiendo al Ejecutivo a elecciones inminentes. Ante la situación, el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, lamenta la no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el 2019 ya que considera que "afecta negativamente al interés general de la economía y la sociedad catalanas por varios motivos", entre los cuales incluye el aumento en gasto productivo y la "mejora en infraestructuras y social que representaban por Catalunya".

"El proyecto de presupuestos recogía un importante aumento del gasto productivo", concretamente, el gasto en R+D civil crecía un 5,6% con respecto al presupuesto del año pasado, y el gasto en infraestructuras uno 40%, cosa que según Valls era una mejora importante. Al mismo tiempo, "estos presupuestos representaban una mejora económica importante para Catalunya tanto desde el punto de vista social, porque se recuperaban buena parte de los retrocesos sociales que se tuvieron que adoptar durante la crisis, como desde el punto de vista de la inversión en infraestructuras".

Una "pérdida por Catalunya"

Además, Valls recuerda que en estas cuentas se contemplaba, "por primera vez en muchos años", un aumento significativo de la inversión en infraestructuras a Catalunya (del 66% con respecto al 2018) y "el cumplimiento del espíritu de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto, que dice que el peso de la inversión del Estado en infraestructuras en Catalunya tenía que ser el equivalente a su peso en el PIB", según dicen desde la Cámara.

Valls defiende que el proyecto de presupuestos cumplía con la Disposición Adicional Tercera, aunque el porcentaje de la inversión no llega a lo que realmente aporta Catalunya al PIB español. De todos modos, la Cámara defiende que "la inversión pública del Estado en Catalunya presupuestada era de 2.051 millones de euros, cifra a la cual se sumaban los 200 millones pactados a la Comisión Bilateral (de los 759 millones pendientes) para la disposición adicional tercera del Estatuto del año 2008. Eso daría un total de 2.251 millones de euros de inversión en Catalunya. El porcentaje de inversión destinada a Catalunya sobre el total de España regionalizado habría sido del 16,8%, y si sumamos los 200 millones, habría llegado al 18,2%, y, en cualquier caso, estos habrían sido los porcentajes más elevados de la serie histórica en Catalunya".

Con todo, "como no se han aprobado los presupuestos de 2019, la inversión en Catalunya en el 2019 será la misma que la aprobada en los presupuestos de 2018, por lo tanto, sólo 1.351 millones (900 menos de los contemplados en el proyecto de presupuestos)". Añade también que si consideramos únicamente la inversión real del Grupo Fomento, lo que se conoce como inversión en infraestructuras, "Catalunya habría recibido 1.875 millones de euros (sin contar con los 200 millones), eso es el 19,2% del total regionalizable. Por lo tanto, se habría cumplido el objetivo de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto, ya que el esfuerzo inversor en infraestructuras en Catalunya se habría situado en línea con su peso económico (19%), cosa que ahora no sucederá".

Al mismo tiempo, Catalunya "habrá perdido también otra ventaja, y es que la secretaria de Estado de Hacienda había asegurado que las comunidades más endeudadas recibirían nuevas facilidades del Estado en los fondos de financiación de comunidades autónomas en la vía de allanar vencimientos", es decir, alargar los plazos de devolución de los 57.000 millones que debe la Generalitat al Estado, asegura Valls. Finalmente, la Cámara lamenta que con la no aprobación de los presupuestos, "el déficit público puede llegar al 2,4% del PIB en el 2019, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que el gasto público aumentará (pensiones, subida del salario mínimo y otros) pero no se aprobarán ajustes estructurales en los ingresos que permitan compensar este aumento del gasto.