El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hoy que, a partir de enero de 2019, las bicicletas ya no podrán circular por las aceras de la ciudad, que ya dispone de 200 kilómetros de carril bici, de manera que el 90% de los ciudadanos tienen uno de estos carriles a menos de 300 metros de casa.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha hecho balance hoy de la implantación de los carriles bici impulsados por el gobierno municipal y ha apuntado que "Barcelona está en el nivel de otras ciudades europeas en relación con la infraestructura ciclista".

22 nuevos carriles bici en el 2018

Desde principios del 2018, se han puesto en servicio un total de 22 nuevos carriles bici y conexiones de la red ciclista y todavía hay 13 proyectos más previstos para ejecutar.

"Este aumento de carriles bici pondrá fin a la moratoria que permite circular en las bicicletas por las aceras de 4,75 metros y 3 metros de espacio libre", ha explicado Sanz, sobre la moratoria que se aprobó en la modificación de la ordenanza de circulación de peatones, en mayo del 2015.

Condiciones

El gerente de Movilidad e Infraestructuras, Manuel Valdés, ha advertido que, "a partir del 1 de enero del 2019, las bicicletas sólo podrán circular por las aceras en caso de que estas tengan un ancho superior a 5 metros y haya 3 metros de espacio libre y, entre las 22.00 y las 07.00 horas, por|para aceras superiores a 4,75 metros y 3 metros de espacio libre".

También podrán circular por la acera "cuando el carril bici esté situado en la acera, circulando a un máximo de 10 km/h o se trate de ciclistas menores de 12 años acompañados por un adulto". Incumplir esta normativa supondrá hacer frente a sanciones de entre 100 y 500 euros, en función del riesgo de la seguridad del peatón.

Además de los 22 nuevos carriles, el consistorio tiene previsto ejecutar 13 carriles más "para facilitar el uso de la bicicleta en la ciudad, ya que cada día se hacen 200.000 desplazamientos en bicicleta y se ha incrementado un 15% el uso de este transporte." De los 13 carriles previstos, 9 de ellos ya están en obras o a punto de iniciarse y los 4 restantes empezarán después del verano.

Sanz confía en que "la nueva distribución del espacio público reduzca el número de accidentes a la ciudad y garantice una movilidad sostenible". Estas actuaciones forman parte de la medida aprobada por el gobierno municipal en el 2015, denominada "Estrategia de la bicicleta para Barcelona", cuando la ciudad contaba con 116 kilómetros de carril bici.